El jamón ibérico es uno de los alimentos más representativos de la gastronomía navideña en España, siendo este uno de los alimentos más exclusivos y exquisitos ingredientes de las fiestas decembrinas, además de ser también uno de los más saludables.
Sin embargo, como la mayoría de alimentos de alta categoría, el jamón ibérico requiere de ciertos cuidados especiales, es por eso que los expertos aconsejan ciertos trucos para conservarlo en buenas condiciones y sin que tenga ningún cambio en su sabor.
Así que si eres uno de los amantes de este rico jamón, es importante tomar en cuenta las siguientes acciones para conseguir una conservación ideal hasta que sea momento de incluirlo en la cena de navidad.
9 consejos para tener un jamón ibérico óptimo
A continuación recomendamos algunos de los trucos y consejos que desde profesionales del jamón, hacen referencia para tener un jamón ibérico en las mejores condiciones mientras lo consumes.
Mantener la temperatura correcta
Las condiciones de conservación del jamón ibérico deben ser las mismas que tiene la bodega de curado, las cuales suelen ser un lugar seco y fresco.
Para conseguir estas condiciones primero se debe evitar los cambios de temperatura, manteniendo el jamón lejos del calor y de la humedad, pues estos factores pueden producir cambios de ciertas características, como por ejemplo la textura, el sabor y el olor.
La temperatura recomendada para preservar de forma correcta el jamón ibérico debe ser de entre 10 y 15 grados centígrados, además de evitar que estén cerca de fuentes de calor como por ejemplo las estufas, los hornos, las brasas, entre otros.
Conservarlo en lugares oscuros
Así como se deben evitar las fuentes de calor, también se deben evitar las fuentes de luz, es por eso que se debe evitar los bombillos, las lámparas o las entradas de luz natural, pues esto también puede afectar el sabor y el olor.
Muchos expertos señalan que el mejor lugar para conservar el jamón es la alhacena, pues esta por lo general tiene las características de temperatura y luz ideales.
Colocar el tocino encima luego de cortar
Esta es una práctica muy común luego de cortar el jamón, la cual se aplica con la intención de retrasar y prevenir la oxidación producida por el contacto con el aire.
Para conseguir este objetivo se debe unir la superficie de corte del jamón con una pieza de tocino blanco del mismo jamón ibérico, untándose para formar una pequeña capa de grasa que prevengan los olores y sabores desagradables.
También se aconseja el uso de un paño limpio de algodón para conservarlos cuando no se va a cortar.
Evitar envolverlo
A pesar de que muchas personas caen en esta práctica, resulta que es una medida que puede tener efectos negativos, ya que se evita que el jamón pueda sudar y respirar, lo que puede hacer que se pierda sus características y en el peor de los casos que se descomponga.
Cuando se compra un jamón ibérico se debe retirar todas las envolturas, las de plástico, de tela o de cualquier otro material que pueda traer, para luego colgarlo en un lugar fresco.
Escoger el cuchillo correcto
El conservar las características físicas del jamón pasa también por el hecho de escoger un cuchillo adecuado para hacer los cortes, ya que de lo contrario podría afectar considerablemente el aspecto y la textura.
Quienes son cortadores profesionales suelen usar tres cuchillos, el primero es un grande que ayuda a pelar el jamón, ya que es ideal para cortar el cuero.
Luego se usa un cuchillo deshuesado al cual se conoce como puntilla, el cual es empleado para la separación de la parte magra del hueso que se encuentra en áreas complicadas.
Y por último se utiliza el llamado cuchillo jamonero, que se caracteriza por tener una hoja delgada, larga y flexible que permite la obtención de lonchas finas, aunque también hay que destacar el uso de la chaira, la cual ayuda a mantener el filo de los cuchillos.
Consumirlo frecuentemente
Los especialistas también señalan que es un error dejar pasar mucho tiempo para consumir el jamón ibérico.
La recomendación es no dejar pasar más de dos meses desde el momento en el que se compra, de hecho lo mejor que se puede hacer es comerlo completo en más tardar un mes para evitar los cambios de sus características.
De igual modo se deben evitar los periodos largos entre un corte y otro, es importante tener presente que el jamón recién cortado cuenta con un mejor sabor y un mejor olor.
Considerar la zona de corte
El corte del jamón ibérico debe comenzar por la masa principal, manteniendo la superficie de forma uniforme para tener un máximo aprovechamiento del producto.
Los expertos recomiendan llevar un orden, además de mantener una porción de grasa y magro que sea uniforme en cada loncha, la cual debería ser de 3 centímetros de ancho.
No es recomendable cortar en zonas diferentes, ya que esto solo no dará un jamón herido que se seque de forma más rápida, así que se debe retirar lo que se va a consumir, para que así dure más.
Envasarlo correctamente
Si se corta la pieza entera, lo ideal sería envasarla al vacío en una bolsa de plástico, preferiblemente en porciones de 100 gramos.
Para los casos en los que se va a consumir a las pocas horas, no es necesario llevarlo al refrigerador, mientras que si se va a tardar en consumir, lo mejor es refrigerarlo para evitar la oxidación de la grasa.
Cuando se refrigera envasado en el refrigerador se debe sacar media hora antes de comerlo, para que consiga tener la temperatura ideal para el consumo, esto se logra sacando la locha del envase luego de pasar la media hora.
Buscar ayuda profesional
Como ya hemos mencionado existen personas que son expertas en la conservación y corte del jamón ibérico, así que de sentir que se nos han complicado estas tareas lo mejor es solicitar los consejos o la ayuda de expertos en la materia, lo cuales podrán cortarlo todo y envasarlos de forma correcta para dejarlo listo para consumirlo cuando se desee.