El jamón ibérico forma parte del grupo de alimentos calificados como exquisitez no solo en España, sino en el mundo entero. Pues cada año, la industria alimenticia que produce este producto, lo exporta a una cantidad ingente de países dando buena cuenta, de que es un alimento valorado de forma universal.
Sin embargo, esta calificación de exquisitez hace que no siempre sea accesible para todos los bolsillos. Por este motivo, el jamón ibérico se reserva para las celebraciones más importantes. Pues en Navidad, un bautizo, comunión, boda o celebración importante, nunca falta un buen plato de este producto en la mesa.
Y es que el jamón ibérico proviene de una raza de cerdo ibérico autóctona de la Península Ibérica, es decir, España y Portugal. De ahí que ese ‘apellido’ sea tan importante para saber que un producto es de buena calidad. Pues dicho sello, es garantía de que el animal se ha criado en esta zona, con una alimentación y condiciones determinadas.
Para saber que un jamón es de buena calidad, debes fijarte en varios detalles. En primer lugar, la etiqueta. Debe llevar la denominación de jamón ibérico cien por cien de bellota. Esto garantiza además, la alimentación del animal. Cuanto mayor sea este porcentaje, de mejor calidad será. Además, la pezuña del cerdo ibérico, es negra, diferente a la del resto de cerdos que suele ser más de color blanquecino.
LOS EXPERTOS SABEN CÓMO CONSERVAR EL SABOR DEL JAMÓN IBÉRICO
Conservar una pata de jamón ibérico en casa, es como salvaguardar un tesoro. Y es que un producto de este nivel, debemos cuidarlo para que no pierda su sabor, textura, olor y en definitiva, no pierda calidad. Pero, ¿Qué dicen los expertos en este sentido? El primer gran consejo de un profesional, es que una vez compres la pata, la saques de si envase. Puede parecer que tenerlo envuelto hará que dure más, pero en este caso, no es así.
La pata de jamón ibérico necesita respirar, por lo que lo mejor es sacarlo de su envoltorio y ponerlo en la tabla jamonera cuanto antes. De este modo, se mantendrá del mismo modo que en su estado de maduración. Otro factor importante es dónde se coloca. Es importante que la zona elegida sea un lugar fresco y seco. Nada de meterlo en el frigorífico. Este producto necesita estar a temperatura ambiente y en un lugar alejado de la humedad. De este modo, puede conservarse durante meses.
¿QUÉ HACER UNA VEZ LO HAS ABIERTO?
Una vez el jamón ibérico se ha empezado a consumir, los expertos recomiendan una serie de pasos a seguir que son sencillos de cumplir, y que puede hacer que el producto dure mucho en buen estado. De hecho, estos recomiendan consumir la pata en un mes una vez abierta, pero si lo conservas bien, puede durar mucho más.
La temperatura ambiente sigue siendo fundamental una vez abierto el jamón. Este debe quedar alejado de zonas de fuentes de calor o en la que le de el sol de forma directa. Del mismo modo, debemos evitar colocarlo en zonas húmedas. Pues un lugar fresco, seco y los más oscuro posible, siempre será la mejor opción.
Pero el truco definitivo abanderado por los expertos, es el que indica cubrir la parte por la que se ha abierto el jamón con el tocino del propio producto. De este modo, ayudaremos a conservar su jugosidad y por ende, su sabor. Cabe señalar, que es importante que sea la parte blanca del tocino, pues la más amarillenta puede afectar al sabor. Tras esto, bastará con cubrirlo con un trapo de algodón fino después de cada corte.