La manzana es una de las frutas con más beneficios para la salud de las personas, especialmente por su destacado contenido en flavonoides. No obstante, la mayoría de personas tienden a desechar la cáscara de este alimento, a pesar de los beneficios con los que cuenta.
Entre otras cosas, la manzana es una de las frutas más apropiadas para perder peso, ya que posee un alto contenido en agua y fibra, por lo que aporta poder saciante al organismo. En este sentido, está indicada para las dietas destinadas a adelgazar.
Además, la manzana junto a su cáscara es una fruta de alto valor nutricional. Es rica en vitamina C, potasio, antioxidantes y muy baja en calorías. Además, su sabor es agradable y ayuda a hidratar el cuerpo en temporadas donde suben las temperatura.
Los expertos recomiendan comer la manzana entera, incluida la cáscara, ya que potencia todas las cualidades nutricionales de la manzana. Al retirar la cáscara, muchas veces perdemos por el camino parte de los antioxidante y fibra que contiene.
Beneficios de la cáscara de manzana
Muchas personas prefieren comer la manzana sin cáscara por su sabor, pero es recomendable no desecharla, ya que se le pueden dar otros usos y potenciar sus beneficios para la salud.
Una forma ideal de aprovechar la cáscara de manzana es introduciéndola en zumos de otras frutas. La cáscara de manzana aportará un plus de fibra y aportará energía al licuado.
También se puede añadir la cáscara de manzana en ensaladas. Es una forma de dar un toque diferencial a la ensalada, a la que aportaremos un sabor peculiar, un toque ‘crunchy’ y nutrientes beneficiosos para la salud de la piel y el sistema inmune.
Mejora la digestión
Según mejorconsalud, la cáscara de manzana mejora la salud gástrica. Su pectina apoya la función digestiva, contribuye a descomponer con más facilidad los alimentos y combate problemas como el estreñimiento (cuando se ingiere cocida) según recoge un artículo de la revista Medicine.
Gracias a esto, ingerir la cáscara de la manzana previene el dolor abdominal, los gases, la diarrea, la hinchazón; a la vez que ayuda a combatir la gastritis.
Infusión, una gran opción
Una tercera alternativa para no desechar la cáscara de manzana es realizar una infusión con ella. Además, el té de cáscara de manzana es una elaboración que se puede realizar de forma sencilla en casa, la cual es recomendable tomar después de la comida.
La infusión de cáscara de manzana es un tipo de té que ayuda a fortalecer la acción del sistema inmune, regular los niveles de glucosa en sangre y ofrecer beneficios a la salud cardiovascular.
Para su elaboración es necesario hervir en un cazo en torno a cuatro tazas de agua y una vez que el agua esté hirviendo añadir una ramita de canela y cáscara de unas tres manzanas. Así, dejamos infusionar hasta obtener el sabor deseado.
Una vez servido, antes de consumir es posible añadir un poco de miel para endulzar la infusión, todo en función de cada persona.
Existen muchas posibilidades gastronómicas para no desechar la cáscara de manzana, más aún teniendo en cuenta el valor nutricional de las mismas. De esta forma, una opción utilizada en diferentes países es cocinadas frutas y consumidas a modo de snack. Si bien, esta alternativa no es la más saludable para la el organismo.