La Confederación de Personas Sordas (CNSE) ha advertido de que «la resiliencia no soluciona los problemas del alumnado sordo» en la universidad y señala que, lo que necesitan es «ver cumplidos sus derechos».
«El incumplimiento de los derechos del alumnado universitario con discapacidad deriva en falta de información, aislamiento, e incluso en una desmotivación y abandono de los estudios que debemos evitar a toda costa», ha denunciado la vicepresidenta de la confederación, Amparo Minguet.
Lo ha hecho durante el webinario ‘Soledad no deseada y discapacidad’, celebrado este viernes, y que ha sido organizado por el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI); y el Real Patronato sobre Discapacidad, para analizar la discriminación que sufren estos jóvenes.
La CNSE ha señalado que, en el caso de los estudiantes sordos, esta discriminación empieza «mucho antes» de la matriculación. Según Minguet, «por cada joven con discapacidad que finalmente llega a la universidad, habría que considerar, cuanto esfuerzo, tesón, sufrimiento y valor; caben en toda su infancia, niñez y adolescencia, y en la de los familiares y profesionales que, hasta ese momento, les han acompañado».
Alumnos sin intérpretes
Esta webinar se ha celebrado el día en el que se cumplen 13 años de la aprobación de la ley por la que se reconocen las lenguas de signos españolas y se regulan los medios de apoyo a la comunicación oral de las personas sordas, con discapacidad auditiva y sordociegas.
Fue, tal y como recuerda la vicepresidenta de CNSE, «una norma largamente reivindicada por el movimiento asociativo de personas sordas en España» y que, para muchas personas de este colectivo marcó «el comienzo de un camino hacia una sociedad más justa, más solidaria, y más empática con la diversidad».
«Sin embargo, su cumplimiento y desarrollo no ha sido el esperado por la Confederación», ha declarado. Según ha apuntado, «buena parte del alumnado sordo comienza el curso sin intérpretes o no los tienen todo el horario lectivo». «Incluso si usan implante coclear o audífono, se les niega la posibilidad de contar con esta figura para seguir las clases’, ha comentado.
Luchar contra la ‘mala praxis’
Minguet denuncia que, además de «discriminatorio y contrario a la legislación» esta situación «denota una falta de conocimiento y comprensión acerca de lo que es la vida real de estos estudiantes».
A su juicio, es injusto que se obligue al alumnado con discapacidad a valerse de fortalezas como; la perseverancia, la paciencia, la negociación, o la rebeldía, para poder sobrellevar de la mejor forma posible la falta de empatía y de accesibilidad.
«Debemos luchar contra las malas praxis que les condenan al ostracismo y al aislamiento», ha declarado. Además, ha apelado a la construcción de una universidad «inclusiva y saludable» que entienda sus necesidades como una cuestión de derechos, y no un trato de favor o una posición de privilegio.
La importancia de socializar
También la Fundación ONCE ha advertido en esta webinar sobre los «demasiados obstáculos» que sufren los alumnos universitarios con discapacidad auditiva. Su directora de Programas de Universidades y Promoción del Talento Joven, Isabel Martínez Lozano; ha lamentado que esta situación, además, impide que los jóvenes «puedan disfrutar y vivir con plenitud la vida universitaria».
Tal y como ha señalado, «ir a la universidad no solo es aprobar asignaturas y sacar un título. También es socializar, porque es una de las etapas de la vida más fructífera que te hacen crecer como persona»; ha indicado que «la soledad» de algunas personas sordas es consecuencia «de no poder gozar de una vida social en plenitud distancia «.
Por este motivo, destacó la importancia de apostar por el acceso a la universidad presencial, algo en lo que se ha avanzado progresivamente, puesto que según detalló, «hasta hace pocos años el 80% del alumnado con discapacidad» estudiaba a distancia y ahora esa cifra se ha reducido a la mitad.