¿Qué fue antes? ¿El estrés o la presión sanguínea? ¿Una provoca a la otra o la otra a la una? ¿Qué nexo de unión tienen? Te lo desgranamos en este artículo para tu salud.
Como bien sabes, las situaciones derivadas con altos contenidos de estrés no son para nada beneficiosas para nuestro organismo.
Aunque intentemos evitarlos, la vida está llena de problemas y sólo nosotros somos capaces de dominarlos siempre en función de nuestras circunstancias físicas y mentales.
El estrés en la circulación sanguínea
¿Pero todo tiene que ver con el estado de nuestra circulación sanguínea? ¿O hay algún factor de riesgo más que actúe y no lo sabemos?
Lo cierto es que ni los especialistas en la materia saben hasta qué punto el estrés acentúa su importancia, sobre todo a largo plazo.
¿Cómo reacciona tu cuerpo al estrés? Hay una ingente producción de hormonas cuando hay algo que nos inquieta o nos genera incertidumbre.
Esto afecta progresiva y transversalmente a nuestra presión arterial, que es la fuerza que realiza nuestra sangre en las paredes arteriales, deviniendo en problemas.
Tales como patologías cardiovasculares de menor a mayor gravedad, entre otro tipo de enfermedades relacionadas con la circulación sanguínea.
¿Qué tipo de conductas están asociadas a la presión arterial? Es una buena pregunta de la cual todos conocemos la respuesta:
- Fumar, algo que sigue siendo muy perjudicial para la salud.
- Beber demasiado alcohol, sin tener en cuenta las dificultades que pueden tener en nuestro organismo.
- Comer alimentos poco saludables, con muchas calorías, que nos impiden llevar una dieta rica y equilibrada.
- Trastornos como la ansiedad, la depresión o el aislamiento de amigos y familiares, que nos dejan en fuera de juego.
Regulando la presión arterial
Sin embargo, y pese a estos cambios y trastornos en nuestra salud, no hay evidencias claras que nos relacionen con la presión arterial alta.
Las hormonas dañan las arterias y pueden llegar a producir cardiopatías, afectando directamente a la salud de nuestro corazón.
Por ejemplo, si sufrimos de depresión, puede hacer que nos olvidemos de tomar los medicamentos para tomar la presión arterial.
Cuando hay picos altos en la presión arterial, se dañan tanto los vasos sanguíneos como el corazón y los riñones, y se ve afectada dicha presión sanguínea a largo plazo.
Para tratar de regular esa presión arterial, hay muchos remedios caseros y dinámicas que podemos realizar para controlar el estrés.
Hay alternativas interesantes, que desde Mayo Clínic te proponen para que consigas calmar esa sensación de incertidumbre.
Puedes añadir las que mejor te convengan, siempre que respeten tu paz interior. Puedes eliminar asuntos menos trascendentales de tu agenda. Eliminar la cafeína.
Respirar, sencillamente, para relajarte durante unos minutos, y elegir un tramo horario en el que se convierta en tu rato de relax.
Procura hacer ejercicio para mantener la tensión arterial en unos niveles óptimos y consigas además nuevos objetivos de los que se beneficiará tu salud.