Saber reconocer el azúcar añadido de los alimentos es un asunto fundamental si queremos seguir cuidando de nuestra salud.
Como bien sabes, el azúcar es un disacárido formado por una molécula de glucosa y una de fructosa, y en ocasiones hay alimentos con mucha cantidad.
El azúcar añadido es todo ese azúcar extra que podemos encontrar en muchas comidas, y que aunque parezca que no, aparecen cuando menos lo esperas
Cereales, frutas, legumbres, verduras… todas ellas cuentan con azúcar natural, mientras que el azúcar añadido sale en comidas menos saludables.
Nutrientes del azúcar
Todos los alimentos procesados forman parte de la cadena que contiene azúcares añadidos, tales como zumos o bollería industrial, entre otros.
- Sucede que el cuerpo absorbe de forma mucho más rápida esta adición de azúcar que el azúcar natural, y no es tan positivo para el organismo.
- La gran diferencia entre ambos tipos está en los nutrientes del compuesto. En el azúcar añadido no encontramos apenas vitaminas y minerales muy necesarios para nuestro cuerpo.
- Lo cierto es que podemos comer alimentos con uno u otro, pero siempre deberemos elegir el natural porque sí tiene propiedades.
- Al consumir el azúcar añadido, se produce una subida rápida de glucosa en nuestra sangre, algo que no sucede con el natural.
- Y la principal razón por la que esto no pasa con el azúcar natural es porque cuenta con moléculas de glucosa más complejas y va llegando a la sangre poco a poco.
- La fibra es clave en este sentido para poder ralentizar ese proceso de absorción del azúcar en nuestro cuerpo. De ahí que siempre se recomienden alimentos con mucha fibra.
Ingredientes de los alimentos
Para reconocer dónde están los alimentos que cuentan con azúcares añadidos, en primer lugar debemos echarle un ojo a las etiquetas.
Los envases contienen una información obligatoria acerca de cuáles son los ingredientes y los compuestos de los que están hechos.
Se trata, concretamente, de una tabla de información nutricional. Debemos percatarnos de cuáles son los que incidan en que no poseen azúcares añadidos.
Ello no quiere decir que no tengan azúcar los alimentos que comprobemos. Una pista es buscar la etiqueta de hidratos de carbono.
Igualmente, hay otros tipos de edulcorantes, que no dejan de ser sustitutivos del azúcar, y son saludables de todas todas.
En muchas ocasiones tienen incluso más sabor dulce que el propio azúcar, como el azúcar moreno, la miel, el sirope de agave…
Debe controlarse la consumición de este tipo de alimentos aunque no tengan azúcar añadido, pero ahí está el camino de una dieta sana y equilibrada.
Por último, la Organización Mundial de la Salud recomienda que el azúcar que ingiramos no sea mayor que el 10% diario de las calorías totales.