Joan y Agustí son dos hermanos gemelos de cinco años, los cuales están diagnosticados con Trastorno del Espectro Autista (TEA). Debido a su condición, ambos necesitan de manera prioritaria el apoyo de un perro de asistencia que les facilite un poco el día a día. Por ello, en migranodearena.org se está llevando a cabo una recaudación para poder adquirir este recurso de «primera necesidad» para estos menores con autismo.
Tanto Joan como Agustí, tienen grandes necesidades de apoyo causadas sobre todo por dificultades de comunicación, conducta y un alto grado de hiperactividad. Ante la situación, sus padres se encuentran moviendo cielo y tierra para que un perro de asistencia pueda facilitar un poco la encomiable labor que realizan con sus hijos.
En la web donde se está llevando a cabo la recaudación, se puntualizan por qué sería clave la presencia del animal en la vida de ambos hermanos con autismo:
- Evitar que Joan y Agustí puedan perderse, (siempre se necesitan un mínimo de 2 personas para poder salir a la calle con seguridad), el perro ayuda tumbándose al suelo cuando se tensa el arnés que lo une al niño, impidiendo que este escape. El perro de asistencia garantiza la posibilidad de salir a la calle sin riesgos de atropellos o de que los niños se extravíen.
- Localización en caso de extravió, el perro se entrega perfectamente adiestrado para que en caso de desaparición de Joan o de Agustí, este rastree su olor corporal hasta localizarlos, es bastante habitual que un niño de estas características se pierda.
Un perro de asistencia es un gran apoyo para las personas con autismo
Además, el animal juega un papel fundamental para poder aliviar muchas de las características de las personas con autismo. Por ello, el perro asistencia sería un apoyo constante en:
- Regulación sensorial. El perro entre otras acciones, se posa sobre ellos y satisface las necesidades de presión que necesitan los niños hipo sensoriales como Joan y Agustí.
- Irrupción de las conductas repetitivas. El perro cada vez que el niño inicia una de estas conductas la interrumpe de inmediato dicha conducta lamiendo al niño.
- Dificultades para dormir. Joan y Agustí duermen poco, seccionado y de forma muy poco profunda, lo que muchas veces produce una alteración de las rutinas del día siguiente, que tanto necesitan, dormir con un perro de asistencia mejora sustancialmente el sueño de niños con estas características.
- Hiperactividad. Los niños con autismo son capaces de superar los 25.000 pasos diarios con facilidad, por lo que el simple hecho de la compañía de un perro de asistencia les relajaría y podrían centrase en superar nuevos retos para los que tienen capacidad pero son incapaces de hacerlo debido a que no pueden estar quietos.
Fundamental la presencia de un perro de asistencia
Asimismo, también es fundamental el trabajo que realizan los diferentes profesionales que tratan a Joan y Agustí. Sin embargo, la colaboración de un perro de asistencia facilitaría su trabajo en el progreso en campos como al comunicación, autonomía, control de la impulsividad…
En este sentido, mediante la campaña impulsada en migranodearena.org, valoran que:
- Que salir a la calle se convierte en un peligro, porque ellos no ven los riesgos y cruzan la carretera sin mirar.
- Que los problemas de conducta pueden agravarse por los estímulos demasiados fuertes a los que se ven expuestos al salir a la calle.
- La gran necesidad de mejorar los problemas de comunicación.
Por ello piden ayuda para adquirir un perro de asistencia que sería de «un valor incalculable» para una familia que busca dar a sus hijos todas las oportunidades posibles.