El bostezo es uno de los gestos involuntarios que realizamos casi todos los seres vivos y el cual no hace distinción entre ser humano y animal mejorando el bienestar. Esta acción ha sido estudiada por muchos expertos para confirmar cuál es la razón por la que nuestro organismo reacciona así de forma involuntaria.
Lo cierto es que desde hace muchos años, la pregunta de por qué bostezamos y por qué resulta tan contagioso es algo muy común. La ciencia ha tratado de dar luz a esta pregunta pero realmente aún no se ha llevado a cabo ningún estudio que confirme las razones exactas.
Existen muchas opiniones de expertos acerca de este fenómeno. Para algunos esto no es más que un aviso de nuestro cuerpo de que necesitamos descansar. Para otros, también puede significar que la situación que estamos viviendo nos aburre o no nos sentimos motivados para realizar alguna acción.
Además, también están los que piensan que es nuestra mente la que produce este fenómeno del bostezo para ponernos alerta. Y es que nuestro cerebro en muchas ocasiones comienza a convertir ciertas acciones en automáticas hasta el punto de necesitar un gesto que lo active. Como podría ser el bostezo.
En todo caso, el bostezo no distingue entre humanos y animales. Por lo que parece ser una acción más compleja de lo que hasta el día de hoy se ha llegado a investigar.
¿Qué dicen los expertos sobre el bostezo?
Que el bostezo es un gesto muy contagioso es conocido por todos. Y es que realmente es difícil no pensar en bostezar o ver a alguien hacerlo, sin copiar de forma automática esta acción.
Por esta razón y porque resulta algo cuanto menos curioso, muchos expertos científicos han decidido investigar acerca de lo que lleva a muchos seres vivos realizar este gesto de forma inconsciente y sin que podemos evitarlo.
La doctora Laura Baliña, del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, afirma que el bostezo no tiene por qué tener una función clara en nuestro cuerpo. Para ella, experta en psicología sanitaria, no todo lo que nuestro cuerpo realiza por muy natural que sea tiene por qué tener una razón que mejore nuestro bienestar.
Por otro lado, el contagio del bostezo sí que tiene una hipótesis respaldada por una gran cantidad de investigadores que confirman este caso.
Esta hipótesis explica en la antigüedad, el bostezo servía como señal de alerta para el grupo de humanos de que un peligro les acechaba. Esta acción hacía que todos activaran el cerebro para reaccionar en el momento en el que el grupo de animales se acercara.
Esto quiere decir que el bostezo serviría como un gesto de alerta para el grupo, haciendo que todos se sincronizaran y mantuvieran el cerebro despierto para defenderse de cualquier imprevisto.
¿Qué otros gestos también resultan contagiosos?
Las acciones que se contagian de unas personas a otras cuentan con la curiosidad de todos, ya que resulta llamativo que nuestro cuerpo cree acciones inconscientes por el simple hecho de ver a los demás hacerlas.
Además del bostezo, existen algunas acciones contagiosas que no tienen una razón específica que las explique. Como por ejemplo pueden ser tocarse el pelo, las manos y rascarse la cabeza. En este caso, los expertos aseguran que esto tiene que ver con las neuronas espejo que se alojan en nuestro cerebro.
Estas neuronas nos hacen realizar una acción involuntaria por el simple hecho de verlas o imaginarlas. Dándonos el impulso de hacer lo mismo a pesar de que en ese momento no tengamos la necesidad de hacerlo.