¿Y si el azúcar no es tan mala como pensábamos? Tendemos a generalizar muchas situaciones que conciernen a la alimentación, y como todo en esta vida, no hay blancos o negros. Hay multitud de grises que conviene explicarle a nuestro organismo, que será luego el beneficiado o perjudicado de la toma de decisiones que tomemos a nivel digestivo. Por tanto también debemos entender qué le pasa a nuestro organismo si no consume azúcar durante un tiempo estipulado: aquí nos hemos marcado una semana como límite, pero siempre el tiempo puede ser aproximado, no tiene por qué ser preciso.
Ya sabes que el azúcar es una sustancia vital que solemos encontrar en todo tipo de alimentos. Y hay que matizar desde el minuto uno que no es lo mismo los azúcares naturales que encontramos por ejemplo en las frutas y verduras, que por ejemplo en los azúcares añadidos que hallamos en muchos alimentos llamados ultraprocesados. Debemos entender por norma que si el cuerpo no toma absolutamente ningún tipo de azúcar, estará contraviniendo casi las leyes de la naturaleza para con su propio bienestar, porque no es para nada beneficioso que el cuerpo se quede sin el principal motor que tiene en materia de alimentación.
Por esto es importante tener unos buenos índices de azúcar de los buenos
Muchas personas son ajenas a una de las situaciones que provoca el consumo de azúcar, que es capaz de suprimir una hormona llamada leptina. ¿Qué es lo que hace la leptina? Pues es la clave que genera esa sensación de saciedad que se nos queda después de comer.
Con el consumo excesivo de azúcar, no dejaremos de tener ganas de seguir hincando el colmillo, sintiendo el sabor del dulce por completo y queriendo más y más. Por lo que si comemos poco, esa sensación de saciedad será infinitamente menor que si exageramos ese consumo. El truco está en saber guardar un equilibrio esencial para poder dedicarle tiempo al azúcar bueno que sí debe tener hueco en nuestro organismo.
¿Qué le pasa a mi cuerpo si dejo de comer azúcares añadidos?
Si dejamos de consumir azúcares añadidos, esto es, de los negativos, veremos cómo nuestro cuerpo regulará el apetito de forma adecuada, y los alimentos saludables irán ganándole la batalla a los menos buenos en materia de sensación de saciedad.
Al tener el cuerpo una menor ingesta de calorías, conseguiremos potenciar nuestra actividad cardiovascular, controlando los niveles de triglicéridos en nuestro sistema circulatorio. Es importante además encontrar una mezcla entre vitaminas, minerales y fibra que nos permitan suplantar ese hueco de los azúcares menos convenientes.