La migraña es una cefalea primaria, es decir, que se presenta de forma independiente y no está causada por otras enfermedades. Se caracteriza por la existencia de episodios más o menos frecuentes de dolor de cabeza (generalmente de un solo lado), que duran entre 4 y 72 horas y que suelen ser de intensidad fuerte o muy fuerte.
Esto produce en las personas que la padecen una situación de invalidez durante la etapa de dolor, teniendo que dejar de realizar la actividad que venían desarrollando o limitando su eficacia y rendimiento.
Síntomas
Las migrañas pueden pasar por cuatro etapas: pródromo, aura, ataque y postdromo.
- Pródromo. Uno o dos días antes de una migraña, podrías notar cambios sutiles que advierten de una migraña próxima: estreñimiento, cambios de estado de ánimo, antojos de comida, rigidez en el cuello, aumento de la sed y de la micción, bostezos frecuentes.
- Aura. Para algunas personas, el aura puede ocurrir antes o durante las migrañas. El aura es un síntoma reversible del sistema nervioso. Generalmente son visuales, aunque también pueden incluir otras alteraciones. Por lo general, cada síntoma comienza de forma gradual, se incrementa durante unos minutos y dura entre 20 y 60 minutos.
- Ataque. Una migraña suele durar de cuatro a 72 horas si no se trata. La frecuencia con la que ocurren las migrañas varía de una persona a otra. Las migrañas pueden ser poco frecuentes o pueden aparecer varias veces al mes. Síntomas: dolor generalmente en un lado de la cabeza, pero a menudo en ambos lados; dolor que palpita o late; sensibilidad a la luz, al sonido y, a veces, al olfato y al tacto; náuseas y vómitos.
- Postdromo. Después de un ataque de migraña, es posible que te sientas agotado, confundido y sin fuerzas hasta por un día. Algunas personas indican sentirse eufóricas. El movimiento repentino de la cabeza podría provocar dolor de nuevo brevemente.
Causas
En los últimos años se ha avanzado mucho en el conocimiento del mecanismo del episodio de dolor que caracteriza a la migraña y se sabe que, en general, hay una alteración de base en los vasos de la cabeza, en la que predominan la inflamación y la dilatación. Ello llevaría al desencadenamiento del dolor, recuperándose posteriormente.
También es conocido que dicho episodio se origina, se desencadena o se agrava por la concurrencia de uno o más estímulos, en personas con alta sensibilidad a los mismos. Tales factores desencadenantes pueden agruparse del siguiente modo:
- Psicológicos: estrés, angustia, conflictos, etc.
- Hormonales: menstruación, anticonceptivos, etc.
- Alimentarios: queso curado, ciclamato, chocolate, etc.
- Medio-ambientales: humo, luz brillante, tabaco, etc.
- Patrón del sueño: excesivo, insuficiente, etc.
- Fármacos: preparados con cafeína, descongestivos nasales, etc.
- Diverso: ayuno prolongado, fatiga, etc.
Tratamiento
La migraña no tiene cura, pero sí hay tratamiento para los episodios de dolor que la caracterizan. En los casos más graves, pueden realizarse tratamientos preventivos.
En función de la frecuencia, número de episodios, intensidad del dolor, invalidez que genera, duración de los episodios, síntomas, etc. Los profesionales sanitarios que nos atienden decidirán si el tratamiento ha de ser sintomático o debe indicarse una terapia preventiva.
Es común recurrir a analgésicos o calmantes, antiinflamatorios, ergóticos, triptanes, etc.
Día Internacional de Acción de la Migraña
El Día Internacional de Acción de la Migraña se conmemora el día 12 de septiembre.
En nuestro país, la migraña afecta a un 12/13% de la población, lo que significa que más de 5 millones de españoles padecen esta enfermedad (según datos de la Sociedad Española de Neurología).