Los miembros del grupo parlamentario Popular que forman parte de la Comisión de Derechos Sociales y Políticas Integrales de la Discapacidad han acudido a la sesión de este martes con una mascarilla que permite la lectura de labios.
«Apoyando la campaña a favor de la #mascarillacomunicativa ‘20.000 mascarillas, 20.000sonrisas'», ha escrito en su cuenta de Twitter una de las diputadas de este órgano, Carmen García Guinda, en referencia a la iniciativa que ha puesto en marcha la Federación AICE (Asociaciones de Implantados Cocleares de España).
En el #DiaInternacionalLenguasDeSignos desde @GPPopular pedimos la homologación de las mascarillas comunicativas.
Mismos derechos, mismas oportunidades.@federacionaice pic.twitter.com/oyhCSyjXEf
— Marga Prohens (@MargaProhens) September 23, 2020
Los diputados han presenciado la comparecencia en la Cámara baja del secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, al que, al acabar sus intervenciones, han entregado una de estas mascarillas.
93.000 personas se unen a usar las mascarillas accesibles
Más de 93.000 personas, a través de Change.org, y asociaciones como la AG Bell International, han pedido al Ministerio de Sanidad que se homologue algún modelo de mascarillas transparentes para las personas sordas porque se sienten «totalmente aisladas» al no poder leer los labios.
El próximo domingo 27 de septiembre se celebra el Día Internacional de las Personas Sordas. En España, el número de personas con problemas de audición asciende a los casi 7 millones. Son personas que se han visto especialmente afectadas por la pandemia de coronavirus en el acceso a la información en el entorno educativo, sanitario y en su vida cotidiana.
La asociación AG Bell International explica que la obligatoriedad de la mascarilla dificulta la comunicación porque impide la lectura labial. Además, precisa que tanto las mascarillas como las pantallas faciales deterioran la señal acústica. Los expertos cifran entre 3 y 7 decibelios (dB) lo que atenúan la voz las diferentes mascarillas y hasta 20dB si además el interlocutor utiliza una pantalla facial.
Por ello, la asociación propone las mascarillas con una franja o totalmente transparentes como «una de las mejores soluciones para favorecer la lectura labial».
«Hay que homologar algún modelo de mascarilla transparente, como se ha hecho en Estados Unidos o en Reino Unido que podemos comprar, pero resultan caras», ha puesto de manifiesto la directora de AG Bell International, Carmen Abascal.