La pensión no contributiva (PNC) de invalidez también se conoce popularmente como pensión por discapacidad. Esto se debe a que se trata de una pensión que se concede por tener reconocida una discapacidad, entre otros requisitos fundamentales. Se trata de un tipo de pensión gestionada por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) que se puede cobrar sin cumplir requisitos de cotización.
En cualquier caso, como ya hemos avanzado, se deben cumplir ciertas condiciones para tener derecho a cobrar una pensión por discapacidad de estas características. Lo más importante es tener reconocido un porcentaje de discapacidad igual o superior al 65%. Además, la persona beneficiaria debe tener entre 18 y 64 años en el momento de la solicitud
Por otra parte, la persona beneficiaria también debe residir en España y haberlo hecho durante, al menos, diez años entre los 16 años de edad y el momento actual. Igualmente, es fundamental cumplir requisitos de carencia de rentas.
En 2022, para cobrar una pensión por discapacidad es necesario tener ingresos inferiores a 5.899,6 euros anuales, excluyendo de estos ingresos la propia cuantía de la pensión. Si bien, el umbral de ingresos no permitidos aumenta en caso de convivir con otros familiares.
Pensión por discapacidad y trabajo
Muchas personas se preguntan si es posible compatibilizar la percepción de una pensión no contributiva de invalidez y una actividad laboral. Los expertos de ‘CampmanyAbogados‘ resaltan que es posible dicha compatibilización, aunque limitada por los ingresos.
Al respecto, aclaran que «esto quiere decir que si, después de conseguir la pensión por discapacidad, se consigue un empleo, la pensión es compatible con un salario en caso de que, conjuntamente, no se alcancen los 12.847,84 € al año. Esa ‘barrera’ es la suma de: la cuantía de la pensión no contributiva más el IPREM vigente. (Dicho cálculo en 2022 sería de 5.899,6 + 6.948,24 = 12.847,84.)».
En caso de superarse dicha cantidad, puede darse la posibilidad de que la cuantía de la pensión se aminore para no sobrepasar el límite establecido. De esta manera, no se perderá la prestación al completo.
Desde la Seguridad Social explican que «el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM) es un índice empleado en España como referencia para la concesión de ayudas, subvenciones o el subsidio de desempleo. Nació en 2004 para sustituir al Salario Mínimo Interprofesional como referencia para estas ayudas».
Así, el Gobierno de España ha aprobado una subida del IPREM mensual a 600 euros para el año 2022. Esta medida se integra dentro de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el año 2023. Así, provocará un aumento de la cuantía de los subsidios por desempleo del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
A su vez, la subida del IPREM también influirá en la ‘barrera’ económica que permite compatibilizar la pensión por discapacidad y la actividad laboral. En este caso, el IPREM anual en 2023 será de 7.200 euros. Igualmente, la cuantía de pensión no contributiva aumentará un 15% con respecto a los importes iniciales del año 2022.