La resaca es uno de los males voluntarios a los que estamos expuestos en el siglo XXI. Y la gente trata de zanjarla con paracetamol, ¿pero es lo más acertado?
Porque siempre se ha dicho eso de que algunos medicamentos son más beneficiosos que otros para contrarrestar esas largas noches de ingesta de alcohol.
Tratamos de darle respuesta a la desazón de nuestro organismo provocada por esa falta de lucidez que varía en función de la cantidad de alcohol que hayamos tomado.
Lo cierto es que aunque siga investigándose, no hay una causa específica a ciencia cierta que explique la resaca en sí ni otros motivadores asociados a ella.
El alcohol y la deshidratación
La deshidratación es la principal consecuencia que obtenemos a cambio de varias horas ingiriendo cerveza, vino o algún combinado de más.
Sí hay algunos estudios que apuntan que la concentración de sustancias endógenas como la glucosa y otras hormonas afecta en mayor medida.
Y eso también compete a la degradación en sangre, pero no está claro aún que ese malestar que heredamos de lo que consumimos la noche anterior esté relacionado con ello.
Una vez consumimos cualquier tipo de bebida alcohólica, el etanol de lo que ingerimos se absorbe al tracto intestinal y el hígado lo metaboliza.
Pero esa intensa actividad enzimática es la que puede provocar ciertos problemas en nuestro organismo si no bebemos con moderación.
¿Por qué no he de tomar paracetamol?
- Solemos tirar de analgésicos para intentar sentirnos mejor, y sobre todo, reducir las horas de los síntomas, que a veces no sólo se extienden durante todo un día.
- También pueden llegar a dejar algunos efectos colaterales dos días después de salir a beber, siempre en función de múltiples factores.
- Y muchos días hemos escogido mal: porque el paracetamol es un fármaco que cuenta con propiedades analgésicas y antipiréticas.
- Esto es, que es lo más adecuado para tratar la fiebre o el dolor, pero ninguno de esos síntomas deben aparecer en una resaca si no vienen motivados por otra cuestión.
- Por lo que el ibuprofeno es la mejor respuesta de automedicación en este sentido, siempre que no abusemos ni mucho menos de este medicamento.
- Es seguro y no ofrece ningún tipo de problemas de toxicidad, el ibuprofeno, que ayuda a procesos inflamatorios, pero no afectan negativamente sobre el hígado.
Igualmente, el ibuprofeno ayuda a prevenir la barrera protectora del estómago, algo que debemos tener muy en cuenta para favorecer el tracto intestinal.
Si por el contrario tomamos paracetamol, se metabolizará en el hígado y producirá cierto estrés oxidativo y la muerte de algunas células.
No es que sea tan negativo, pero sí es cierto que el ibuprofeno es lo que realmente surtirá efecto en la mañana posterior a esa noche.
Y no te olvides de lo que se dice en el refranero popular: «Noches de desenfreno, mañanas de ibuprofeno».