Luz verde a la Ley de Memoria Democrática. El Consejo de Ministro la ha aprobado tras haber pasado por los órganos consultivos. Entre sus novedades, recoge que las personas afectadas por polio estarán reconocidas en esta nueva ley.
La Ley de Memoria Democrática consta de 65 artículos, agrupados en 5 títulos. Todos ellos se estructuran en torno al protagonismo y la reparación integral de las víctimas de la Guerra Civil y la Dictadura. Además, contará con políticas de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición.
Reconocimiento a las personas afectadas por la polio
Uno de los artículos de esta nueva Ley de Memoria Democrática reconoce el sufrimiento padecido por las personas que fueron afectadas por el Poliovirus durante la pandemia que asoló a España a partir de los años cincuenta del siglo XX.
Por todo ello, el Gobierno promoverá investigaciones y estudios que esclarezcan la verdad de lo ocurrido. Y es que hay mucho todavía por descubrir sobre la expansión de la pandemia durante la dictadura franquista.
Además, se incentivará medidas de carácter sanitario y social en favor de las personas afectadas por la polio. También en los efectos tardíos de la polio y post-polio, que posibilitan su calidad de vida, contando con la participación de las entidades representativas de los afectados sobrevivientes a la polio.
Otras medidas de la nueva Ley de Memoria Democrática
La nueva Ley de Memoria Democrática pretende extinguir las fundaciones que ensalcen a dirigentes de la dictadura. Es el ejemplo de la dedicada al dictador Francisco Franco. También a las que lo hagan «con menosprecio a las víctimas» del golpe de estado de 1936, la Guerra Civil o el franquismo.
Así lo ha explicado el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, quien ha avanzado que también se han incorporado las aportaciones que hizo en su informe el Consejo Fiscal para perfilar con más exactitud las funciones de la Fiscalía de Sala de Derechos Humanos y Memoria Democrática.
La norma sustituye y amplía la conocida como Ley de Memoria Histórica. Dicha ley fue aprobada en 2007 bajo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. La nueva fijará como causa de extinción de las fundaciones que éstas no persigan fines de carácter general o hagan actividades contrarias a los mismos.
Resignificación del Valle
La Ley de Memoria Democrática también contempla la extinción de la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos. Todo ello mediante la derogación del decreto de agosto de 1957 por el que se la nombraba titular y administradora del lugar, que ahora será resignificado.
Ese decreto franquista, que continuaba vigente, recogía la creación de un convenio entre la fundación y la Abadía Benedictina de Silos, que fue promulgado un año después. Tanto la fundación como ese acuerdo quedarán derogados cuando se apruebe la ley. Con ello se pondrá fin a las funciones de la abadía en el Valle.
Una vez quede extinguida esta fundación y considerando que los monjes benedictinos ya no podrán seguir regentando el lugar, el Gobierno deberá aprobar un nuevo real decreto que establezca la organización, funcionamiento y régimen patrimonial de todo el complejo.
Esta norma que se quiere negociar con la Iglesia. Mientras ese acuerdo llega, Patrimonio Nacional tomará las riendas de todo el Valle.