Un total de 141.190 pensionistas de incapacidad laboral permanente de la Seguridad Social compatibilizan, a fecha del 29 de septiembre de 2019, esta prestación con el desempeño de una actividad productiva remunerada, según datos proporcionados por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) al Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI).
De este número, 134.498 tienen reconocida una incapacidad en grado de total, siendo 130.533 menores de 65 años y 3.965 mayores de esa edad. En el grado de absoluta, compatibilizan la prestación 6.107 pensionistas, de los cuales 5.261 son menores de 65 años y 846, superan esa edad. Finalmente, en el grado de gran “invalidez” (sic), suman un total de 585 los pensionistas que compatibilizan la pensión con el empleo, 527 de edad inferior a los 65 años y 58, que superan esa edad.
Según la procedencia de los distintos regímenes de la Seguridad Social de los pensionistas de incapacidad que compatibilizan la prestación con un empleo, 118.688 pertenecen al General; 19.359, al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos; 3.049 al sistema especial de Régimen Especial Agrario por cuenta ajena; 563, al sistema especial de empleados de hogar; 382, al régimen especial de los trabajadores del mar y 23, al de la minería del carbón.
Mejorar la compatibilidad con absoluta y gran invalidez
A la vista de estos datos oficiales, y de la experiencia práctica del sector asociativo de la discapacidad, el CERMI sigue planteando al Gobierno y al Parlamento la revisión normativa de la legislación de Seguridad Social y de empleo, para favorecer más intensamente y conseguir extender la compatibilidad entre trabajo y pensión de incapacidad laboral, pues sus magnitudes actuales son muy modestas, algo más en el grado de total, y bajísimas en los grados de absoluta y gran “invalidez”.
A juicio del CERMI, la regulación legal vigente no promueve el objetivo de la compatibilidad, por lo que tiene un amplio recorrido de mejora.