Sin duda el atún es uno de los pescados más consumidos en todo el mundo. Y es que su rico sabor y su precio bastante asequible lo hacen una de las mejores opciones del mar para combinar con otros ingredientes. Su valor nutricional es muy positivo para nuestro cuerpo, ya que combina muchas vitaminas y nutrientes para hacer que podamos tener una buena calidad de vida. Así, la mejor forma de comer es fresco, pero aún así esto también puede tener peligros si lo consumimos de forma demasiado frecuente.
Y es que hace algunos meses el tema de la peligrosidad del consumo frecuente de atún se ha vuelto a poner en la opinión pública. Ya que muchos expertos aseguran que no se recomienda comer atún de forma asidua si no queremos dañar nuestro cuerpo a largo plazo. Eso sí, ¿qué tiene de cierta esta afirmación?. En Todo Disca vamos a ofrecerte toda la información acerca de los peligros de la ingesta de este pescado y cómo puede afectar al organismo si no tenemos cuidado con su consumo.
El atún y su alto contenido en mercurio
Uno de los temas que se debate alrededor del consumo de atún, es el hecho de que puede llegar a ser muy peligroso para el organismo si no tenemos los cuidados necesarios en su consumo. Y es que el peligro viene cuando aumentamos su ingesta de forma exponencial a lo largo de la semana, ya que podemos llegar a consumir una gran cantidad sin darnos cuenta.
Así, la razón por la que el pescado puede contener grandes cantidades de mercurio es debido a que se alimentan de las algas del mar que, a su vez, absorben el mercurio orgánico que se encuentra en la naturaleza. De esta forma, los peces pueden llegar a consumir una gran cantidad de mercurio que expulsan lentamente a lo largo de su vida.
En este sentido, lógicamente los peces de tamaño más grande van a tener en su interior una mayor cantidad de esta peligrosa sustancia para el cuerpo. Por lo que la alerta se encuentra en pescados como el atún, el bonito o la caballa.
¿Es peligroso el consumo de atún?
Sin embargo, no hay que alarmarse con esta afirmación. Ya que el pescado que normalmente venden en los establecimientos ha pasado por varias pruebas de seguridad alimentaria que certifican que es apto para el consumo.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) publicó en 2014 una opinión científica que afirmaba que: «se recomienda limitar su consumo, pero no eliminarlo de nuestra dieta. De esta forma, lograríamos los beneficios para la salud del pescado al mismo tiempo que se minimizan los riesgos que plantea la exposición excesiva al metilmercurio”.
En relación a las especies con bajo y medio contenido en mercurio, la recomendación es consumirlo entre tres y cuatro veces por semana, “procurando variar las especies entre pescados blancos y azules”, según las recomendaciones de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN).