La pensión contributiva de incapacidad permanente tiene como objetivo paliar la pérdida de ingresos que sufre un trabajador a causa de una lesión o enfermedad, que reduce o anula su capacidad laboral.
En este caso, el trabajador recibe una cuantía mensual por parte de la Seguridad Social. Se trata de un tipo de pensión contributiva que pueden cobrar los ciudadanos que cumplan con una serie de requisitos.
Pensión no contributiva de incapacidad
Los ciudadanos en España también tienen derecho a cobrar la pensión no contributiva de incapacidad. Sin embargo, es necesario aclarar que la pensión no contributiva de incapacidad no tiene nada que ver con la pensión contributiva de incapacidad permanente.
Es decir, la pensión no contributiva de incapacidad no es una pensión que se dirige a las personas no cumplen con las condiciones para cobrar una pensión de incapacidad permanente.
Así, desde el IMSERSO (Instituto de Mayores y Servicios Sociales) señalan que «la pensión no contributiva de incapacidad asegura a todos los ciudadanos en situación de invalidez y en estado de necesidad una prestación económica, asistencia médico-farmacéutica gratuita y servicios sociales complementarios, aunque no se haya cotizado o se haya hecho de forma insuficiente para tener derecho a una pensión contributiva».
Para cobrar la pensión no contributiva de incapacidad no es necesario cumplir ningún requisito de cotización, Sin embargo, en determinados casos, para recibir una pensión de incapacidad permanente sí es obligatorio cumplir con ciertos requisitos de cotización.
Por otro lado, para tener derecho a una pensión no contributiva de incapacidad es obligatorio tener reconocida una discapacidad igual o superior al 65%. Sin embargo, una incapacidad permanente se puede cobrar incluso sin tener reconocido ningún grado de discapacidad.
Requisitos y cuantía de la pensión no contributiva de incapacidad
Como hemos podido comprobar, la pensión no contributiva de incapacidad es un tipo de pensión totalmente diferente a las pensiones contributivas de incapacidad permanente. Así, estos son los requisitos básicos que se deben cumplir para tener derecho a la pensión no contributiva de incapacidad del IMSERSO:
- Tener una edad comprendida entre 18 y 65 años de edad.
- Tener reconocida una discapacidad igual o superior al 65%.
- No es necesario cumplir ningún requisito de cotización.
- Residir en territorio español y haberlo hecho durante un periodo de cinco años. Dos de estos años de residencia deben ser consecutivos e inmediatamente anteriores a la solicitud de la pensión.
También es necesario cumplir un requisito de carencia de rentas. En 2024, para el IMSERSO existe carencia de rentas cuando la persona beneficiaria tiene unos ingresos inferiores a 7.250,60 euros en cómputo anual. Este requisito puede variar en función del número de personas que figure en la misma unidad de convivencia.
De este modo, la cuantía de la pensión no contributiva de incapacidad es de 7.250,60 euros al año en 2024. Supone un importe de 517,90 euros al mes, ya que este tipo de pensión se devenga en 14 pagas al año.
Además, desde el IMSERSO informan que «los pensionistas de pensión no contributiva de incapacidad cuyo grado de discapacidad sea igual o superior al 75% y acrediten la necesidad del concurso de otra persona para realizar los actos esenciales de la vida, percibirán además un complemento del 50% de los 7.250,60 euros anuales, por lo que el importe de ese complemento queda fijado en 3.625,30 euros anuales».
Por su parte, las cuantías de las pensiones contributivas de incapacidad permanente suelen ser mucho mayor. Depende de factores como el grado de incapacidad reconocido o el salario del trabajador.