Desde el fallecimiento de su abuelo en enero de 1996, y hasta octubre de 2016, esta mujer ocultó que su abuelo había fallecido para seguir cobrando la pensión.
Según ha expuesto la fiscalía: “siempre con la intención de obtener un beneficio patrimonial” esta mujer cobró la pensión de su difunto abuelo durante más de 20 años.
El fallecido, local de Pontevedra, disponía de una cuenta bancaría donde ingresaba una pensión de unos 329,50 euros mensuales, que se fue incrementando hasta los 603,50 euros cuando la Administración contempló la estada que estaba llevando a cabo su nieta en 2016.
Según las conclusiones provisionales del escrito de la acusación, la nieta “ocultó a la Seguridad Social y a la entidad bancaria que su abuelo había fallecido, y permitió que continuasen ingresándose de forma indebida y sin solución de continuidad”.
La fiscalía, por lo tanto, solicita dos años de cárcel para la nieta del difunto, por defraudar la cantidad de 132.041,23 euros, llevando a cabo un delito contra la Seguridad Social.
De esta manera, también se le impide la posibilidad de obtener subvenciones y el derecho de gozar de beneficios o incentivos fiscales o de la seguridad social durante seis años.