El negocio del aceite de oliva virgen extra cada vez es más competitivo. Por esta razón, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha realizado un examen muy exhaustivo que estudia la calidad de 39 marcas que comercializan este tipo de aceites. Y es que siempre intentan buscar el bienestar de los consumidores.
El proceso por el que se cataloga un aceite como dentro de la categoría virgen extra, se lleva a cabo mediante una serie de controles que confirman su calidad. O, en caso de que no pasen las pruebas, se les abre un expediente por posible caso de fraude.
Esto es lo que ha ocurrido con dos marcas de aceite de oliva virgen extra muy conocidas, Borges y Olivar de Segura. Las cuales han sido denunciadas por la OCU por vender como virgen extra un tipo de aceite que realmente debería tener un precio inferior.
En este caso, la organización ha pedido a las Comunidades Autónomas que investiguen a las empresas responsables de su producción y se les otorgue la sanción pertinente en estos casos.
La OCU ha seguido el artículo RD 538/2015 del Reglamento Europeo para la denuncia
Las razones por las que la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha decido interponer la denuncia, es porque se ha comprobado que el aceite que comercializan es de una calidad inferior. Siendo, según ellos, aceite de oliva virgen la categoría indicada para ambos aceites.
Para poder seguir adelante con la denuncia, han defendido que se rigen por el artículo RD 538/2015 del Reglamento Europeo. Este regula la producción de estudios y análisis de comparación de productos de alimentación, y obliga a realizar los análisis en laboratorios acreditados
Para el estudio la OCU utilizó 39 marcas de aceite, entre las cuales solo estas dos incumplieron la normativa que actualmente está vigente.
Algunos de los parámetros que se investigan son la calidad del fruto, la autenticidad con lo que se promete del producto, la acidez y el estado de conservación. Y, para comprobar ese ‘extra’, realizaron un análisis organoléptico tal y como obliga la legislación.
Fue gracias a este análisis exigido por la ley, por el cual los dos aceites de la marca Borges y Olivar de Segura se desvincularon de todos los demás. Haciendo que la OCU se viera obligada a interponer una denuncia a ambas empresas por posible estafa.
La ANIERAC y la ASOLIVA no han tardado en reaccionar a esta denuncia
Las respuestas por parte de las partes implicadas en dicha denuncia no se han demorado demasiado. En este sentido, la Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (ANIERAC) y la Asociación Española de la Industria y el Comercio Exportador del Aceite de Oliva (ASOLIVA) han reaccionado.
En este caso, ambas organizaciones han afirmado que la decisión de la OCU de denunciar la falta de calidad de ambos aceites no es más que un engaño. Ya que defienden que esa parte del estudio es puramente subjetivo, por lo que hace que pierda validez oficial.
La OCU, a pesar de estas discrepancias, ha seguido defendiendo que se trata de un error en el etiquetado y la categoría. Y exigen a las autoridades pertinentes a que envíen más inspecciones a las empresas que lo producen para asegurar confianza y fiabilidad a los consumidores.
Y es que el aceite de oliva virgen extra se considera el ‘más bueno’ de todos. Ya que este producto se obtiene por medios físicos y se caracteriza por tener un aroma y un sabor intenso y afrutado, sin defectos. En este caso, su acidez es inferior a 0,8º.