La Comisión de Políticas de Discapacidad del Senado ha aprobado por unanimidad una moción del PSOE por la que se exige al Ejecutivo la implantación de lectura fácil en documentos de interés general. Todo ello para mejorar la accesibilidad cognitiva a las personas con discapacidad intelectual.
El texto votado ha sido transaccionada con las enmiendas presentadas por PP, Ciudadanos y ERC. En dicho escrito se exige que este servicio se realice cumpliendo con unas «condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación».
Así, se llama a realizar una formación básica en Accesibilidad Cognitiva y lectura Fácil en la función pública. De esta manera se da traslado a las comunidades autónomas para que ejerzan su adaptación y validación.
Además, se pude adaptar la Ley de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno para que esta sea publicada en las correspondientes sedes electrónicas o páginas web. Siempre que sea de manera clara, estructurada y entendible para los interesados.
«Así mismo, se facilitará información estructurada sobre los documentos y recursos de información; con vistas a facilitar la información y búsqueda de esta», apunta la moción.
Estas facilidades se exigen también en todo lo referente a la Administración de Justicia. Como recuerdan los senadores, esto se recoge en el plan de trabajo Justicia 2030, en el que incluye la accesibilidad de los textos jurídicos.
Por otra parte, la moción pide asesoramiento para adaptar el software en accesibilidad cognitiva, en las máquinas expendedoras y que exista una colaboración activa con las Administraciones Públicas competentes en la adaptación paulatina y validación de textos en lectura fácil en las comunidades Autónomas y entidades locales.
¿Qué es la lectura fácil?
La lectura fácil son libros, documentos administrativos y legales, textos informativos, páginas web y demás documentos que siguen las directrices Internacionales de la IFLA (International Federation of Library Associations and Institutions) y de Inclusion Europe en cuanto al lenguaje, el contenido y la forma. La ALF revisa los materiales de Lectura Fácil y los valida con el logo LF.
¿A quién se dirige?
La Lectura Fácil se dirige a todas las personas, en especial a aquellas que tienen dificultades lectoras transitorias (inmigración, incorporación tardía a la lectura, escolarización deficiente…) o permanentes (trastornos del aprendizaje, diversidad funcional, senilidad…)
¿Por qué es necesaria la LF?
La lectura fácil es necesaria porque el acceso a la lectura y a la información es un derecho y una necesidad social. Además, leer es un placer que permite compartir ideas, pensamientos y experiencias. En este caso, son muchos los que textos tienen un exceso de tecnicismos, una sintaxis compleja y una presentación poco clara.
Hay que tener en cuenta que más de un 30% de la población tiene dificultades lectoras. El derecho a acceder a una información en formato Lectura Fácil está reconocido por la Ley de accesibilidad aprobada por el Parlament de Catalunya en 2014.