Mujeres con discapacidad de distintas fuerzas políticas han reivindicado su participación en la vida pública porque, según han defendido, es «la única forma de cambiar las cosas».
«La única forma de cambiar las cosas es estando dentro», ha asegurado la diputada de Unidas Podemos y mujer sorda, Pilar Lima, este miércoles durante el webinario ‘La participación de las mujeres con discapacidad en la vida política y pública y su contribución en tiempos de pandemia’, celebrado en el marco del ciclo ‘No estás sola’, una iniciativa de la Fundación CERMI Mujeres (FCM).
Lima ha expresado la sensación que han tenido las personas sordas y sordociegas desde la irrupción de la pandemia, mencionando «graves problemas de accesibilidad universal» en materia de comunicación, aunque ha precisado que después se han ido corrigiendo algunas de estas carencias.
También ha criticado que cuando las personas con discapacidad llegan a la política se les asignan los temas de discapacidad «automáticamente». «Claro que yo puedo hablar de discapacidad, pero también de políticas verdes o de precariedad», ha añadido.
Las mujeres con discapacidad son «resistentes, peleonas»
En este sentido se ha pronunciado también la diputada del PSOE y exministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio, mujer con discapacidad, quien ha planteado que «a lo mejor es el momento de que esto no sea siempre así». Además, ha señalado que las mujeres con discapacidad son «resistentes, peleonas» y, en ocasiones, fuerzan «la máquina yendo más allá de lo que se debe».
Asimismo, ha declarado que una de sus prioridades es, desde la responsabilidad que ocupe en cada momento, «velar por los derechos de las personas con discapacidad». En concreto, ha resaltado que, en la actualidad, trabaja para «remover las barreras de acceso al mercado laboral», que «penalizan» también a posteriori en el acceso a las pensiones.
Un paso adelante
La diputada de Ciudadanos en el Parlamento de Andalucía Mercedes López, que tiene discapacidad visual, ha afirmado que está en política «de manera accidental», porque «cuando ves cómo se vulneran los derechos de las personas con discapacidad, te planteas dar un paso adelante».
En esta línea, ha recordado que su partido asumió la necesidad de acabar con la «aberración de la esterilización forzosa» y presentó una proposición de ley a nivel nacional en el Senado, que actualmente se tramita en el Congreso.
«Cuando recibo críticas por mis gafas de sol, porque se opina sobre ellas sin saber por qué son, le digo a mi familia que no se preocupe, que esta es ahora mi responsabilidad, la de dar visibilidad a la mujer con discapacidad en política», ha explicado.
En clave rural, la alcaldesa de Villamuelas (Toledo), Carolina Alonso (PP), mujer con parálisis cerebral, ha detallado el trabajo que se ha realizado desde su Ayuntamiento durante la pandemia, «que continuó activo» para atender necesidades como la desinfección de calles y garantizar productos de primera necesidad a la ciudadanía en coordinación con otros municipios.
«Priorizar a las personas con discapacidad»
Por el PP ha intervenido también la eurodiputada Rosa Estarás, madre de un hijo con discapacidad, quien ha subrayado que desde la Eurocámara se está trabajando para «ver como priorizar a las personas con discapacidad» en las medidas para hacer frente a las consecuencias de la pandemia, entre otros sectores de la ciudadanía en situación de mayor vulnerabilidad.
Por su parte, la jefa de la Unidad de Género de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), Dolores Villalba, mujer con discapacidad, ha puesto el acento en la importancia de impulsar desde lo público las acciones en favor de la discapacidad y de la igualdad de género en relación con la cooperación.
Así, ha resaltado medidas que desde este organismo se están llevando a cabo como la financiación de proyectos en Latinoamérica; el fomento de la inclusión en la atención sanitaria, o la elaboración de guías, entre otras acciones.
Excluidas de la vida política
La encargada de conducir el webinario ha sido la vicepresidenta ejecutiva de CERMI Mujeres, Ana Peláez Narváez, quien ha denunciado que, pese a que ahora más que nunca hay más mujeres ocupando cargos públicos, «las mujeres siguen siendo excluidas en muchas ocasiones de la vida política».
Así, ha puesto como ejemplo que en torno a uno de cada cuatro escaños en parlamentos nacionales del mundo están ocupados por mujeres, según datos de la ONU.
En materia de discapacidad, ha reprobado que unas 800.000 personas no tuvieron derecho al voto todavía en 2019 en las elecciones europeas por razón de su discapacidad. «Esto se debe a que hay países que aún limitan el derecho de sufragio por la capacidad legal de las personas. Esto se pudo cambiar en España en 2018 gracias a la labor de incidencia del movimiento CERMI», ha aseverado Peláez.
Además, ha advertido de que hay países de la UE que todavía impiden que personas con discapacidad puedan ocupar ciertos cargos públicos por su discapacidad. A su juicio, se trata de situaciones de discriminación que afectan en mayor medida a las mujeres con discapacidad. «Cuando confluye el factor de mujer y de discapacidad, la situación es mucho peor», ha zanjado.