Los expertos en nutrición prefieren no utilizar el término ‘superalimento’ para referirse a cualquier alimento. Sin embargo, de la naturaleza brotan algunos productos o ingredientes que es necesario tratar como tal, principalmente gracias a sus propiedades y beneficios.
En esta ocasión estamos hablando de la avena, un alimento que se ha vuelto popular desde hace unos años y que cada vez son más personas las que lo incorporan en su alimentación. Uno de los principales efectos de este superalimento es que ayuda a reducir el nivel de colesterol malo (LDL).
Según recoge la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, «el salvado de avena y la avena integral se utilizan para la presión arterial alta, el colesterol alto, la diabetes, y los problemas de la digestión que incluyen el síndrome del intestino irritable (SII), la diverticulosis, la enfermedad inflamatoria del intestino, la diarrea y el estreñimiento».
Además, desde este organismo también explican que se usa para prevenir enfermedades cardíacas, cálculos biliares, cáncer de colón o el cáncer de estómago. Por todos estos motivos debes incluir este superalimento en tú régimen alimenticio.
Propiedades de la avena
«La avena ayuda a disminuir los niveles de la lipoproteína de baja densidad (LDL) o ‘colesterol malo’, y aumentar ligeramente los niveles de lipoproteína de alta densidad (HDL) o ‘colesterol bueno'», comentan desde la FEN.
Entre las propiedades de la avena resalta su alto contenido en proteínas de bajo coste y destaca por ser fuente de fibra. Además, su composición en hidratos de carbono es bastante menor al resto de cereales; mientras que su aporte de lípidos es superior al resto.
Así, entre los micronutrientes, desde la Fundación Española de Nutrición explican que la avena es rica en hierro, fósforo, zinc, magnesio, tiamina, vitamina B6, folatos, vitamina E y potasio
Entre todos sus componentes, la avena destaca principalmente por su alto contenido en fibra. Es rica en beta glucanos polisacáridos de la fibra dietética resistentes a la absorción y digestión en el intestino delgado y fermentados en el colon.
En este sentido, desde las FEN apuntan que «los beta-glucanos pueden ayudar a controlar la glucosa en sangre en niveles fisiológicos y el colesterol sérico. Además, contiene magnesio que actúa como cofactor enzimático en el metabolismo de la glucosa y de la insulina».
Compuestos antioxidantes
Otro de los componentes de gran importancia de este superalimento son los compuestos fenólicos, los cuales se caracterizan por su alto poder antioxidante. Así, estudios recientes han puesto de manifiesto que estos compuestos mejoran la función endotelial, señalización celular y alberga propiedades antiinflamatorias.
Cómo consumir este superalimento
Una de las formas más habituales de consumir avena es mediante copos, pero también se puede ingerir en forma de granola, barritas o galletas. Eso sí, a la hora de seleccionar estos productos asegúrate de que sean bajos en grasas y azúcares.
Así, el mejor momento del día para tomarla es durante el desayuno. Además, una de cada cuatro personas que consume avena confiesa que lo hace a diario.