Los alimentos probióticos aportan grandes beneficios a nuestra salud. Estos alimentos se componen por organismos vivos que permiten mejorar nuestra flora intestinal, mejorando la digestión y el tránsito intestinal. Por este motivo, Álvaro Vargas, técnico superior en dietética, nos muestra los mejores alimentos con probióticos para incluir en nuestra dieta.
«Hay microorganismos en los alimentos que generalmente no producen ningún tipo de alteración en nuestro organismo, no derivan en enfermedad, y pasan inadvertidos, mientras que otras veces los microorganismos se pueden manifestar modificando el alimento, produciendo una infección alimentaria o aportando propiedades positivas, como es el caso de la fermentación, que aumenta las bacterias beneficiosas en ese alimento, es decir, los probióticos», añade el experto.
Según cuenta en una entrevista con Infosalus, en nuestra microbiota hay casi 100 millones de bacterias beneficiosas para el sistema inmune. Los alimentos con probióticos llevan bacterias similares, sobre todo en alimentos fermentados como pueden ser el yogur, el chocolate negro, el chucrut, el miso, los encurtidos, las aceitunas o el té kombucha, que pese a no ser demasiado habituales en todas las casas, son muy beneficiosos para nuestra salud.
A favor de tomar alimentos probióticos de forma rutinaria
De hecho, considera que los alimentos probióticos son «todos aquellos que contienen bacterias beneficiosas en su composición». Por lo tanto, al tomarlos ingerimos millones de microorganismos que pueden asentarse y formar parte de nuestro intestino o eliminarse, algo que todavía no está del todo comprobado de por qué ocurre.
«Lo que sí que está claro es que para que estas bacterias se asienten en el colon hay que tomar los probióticos de forma regular, entre tres y seis meses, igual ocurre con los suplementos de probióticos. No es tan sencillo que estas bacterias extrañas aniden en la colonia ya formada en nuestro organismo, se necesita tiempo y a veces no se acaban de integrar», sigue el experto.
El técnico superior en dietética es partidario de tomar suplementos probióticos de forma continuada, sobre todo coincidiendo con los cambios de estación, y en caso de haber estado tomando medicamentos como los antibióticos, si hemos salido de alguna dolencia, o tras una infección.
Alimentos prebióticos
Por otra parte, en cuanto a los alimentos prebióticos, Vargas afirma que se tratan de alimentos que no presentan en su composición estas bacterias, pero sí que propician que los intestinos puedan fabricar y facilitar que se cultiven bacterias beneficiosas.
«Es como si fuera afrodisíacos para estos microorganismos, ya que los ayudan a procrear. Eso sí, no resultan tan efectivos en esta tarea como los probióticos, ya que su interacción con la microbiota ya existente es todavía más incierta, pero sin duda ayudarán», recalca.
Además, estos alimentos prebióticos no llevan esas bacterias beneficiosas, pero sí pueden servir como entrenamiento para mejorar las que sí existen en nuestro organismo.
«Aquí se enmarcarían todas las verduras, que ayudan a nuestra flora intestinal, sobre todo las verduras de hoja verde como las espinacas, las lechugas, o las coles, y luego las crucíferas son muy interesantes como la coliflor, el nabo, la col rizada, o el brócoli. Otros alimentos ricos en prebióticos son el ajo, las alcachofas, la avena, la cebolla, los espárragos, los garbanzos, las lentejas, la patata, los plátanos, y el puerro», termina Álvaro Vargas.