La incapacidad temporal o la baja por enfermedad son medidas que se adoptan cuando un trabajador no puede continuar con sus actividades profesionales por diversas circunstancias.
Esto puede deberse a enfermedades laborales y no laborales, accidentes que afecten a su salud y capacidad para trabajar.
El período de interrupción de la actividad laboral se considera temporal y suele ser determinado por un médico y cubre el tiempo necesario para que el paciente se recupere o enfrente la posibilidad de una recuperación incompleta. Este carácter temporal significa que la licencia no se considera permanente, sino que sirve como un período durante el cual se espera que la persona afectada se recupere y pueda regresar a sus funciones laborales.
Límite de una baja laboral (incapacidad temporal)
Sin embargo, el plazo legal para esta incapacidad temporal es de 365 días, prorrogables 180 días más si un profesional médico considera necesario ampliar el plazo de recuperación. Por lo tanto, la licencia por enfermedad remunerada puede ampliarse hasta un máximo de 545 días, sujeta a la aprobación de una entidad como el Instituto Nacional de Seguridad Social o el Instituto Naval de Seguridad Social.
Cuando la baja por enfermedad supera este máximo y el trabajador no muestra signos de recuperación, una alternativa viable es presentar una reclamación por posible incapacidad permanente. Esto significa que el tiempo máximo que una persona puede tomar la baja médica es de 545 días o más, dependiendo del tiempo que tarde en resolver el expediente.
Durante este proceso, el INSS tiene tres meses para responder a una solicitud de incapacidad permanente. Mientras tanto, los trabajadores afectados siguen de baja por enfermedad y siguen recibiendo salarios. Básicamente, esta fase significa una extensión de 90 días además de los 545 días anteriores, lo que significa que los trabajadores pueden tomar hasta 730 días de baja por enfermedad.