Las frutas siempre serán indispensables en cualquier régimen alimenticio que apunte a mantener la buena salud y el buen funcionamiento del cuerpo, ya que aportan propiedades saludables que ayudan a prevenir una gran variedad de enfermedades o trastornos, este es el caso de las manzanas y el llamado síndrome metabólico.
La manzana se caracteriza por su gran aporte de vitaminas y minerales, así como por la fibra que contiene y el bajo contenido de azúcares, grasas y calorías.
¿Qué es el síndrome metabólico?
No se trata de una enfermedad sino un grupo de enfermedades, trastornos o patologías que se relacionan con un desorden en el metabolismo, el cual también se le conoce como síndrome X.
El síndrome metabólico integra a una o varias de los siguientes padecimientos.
- Hipertrigliceridemia
- Obesidad central
- Hipertensión arterial
- Hiperglucemia
- Déficit de HDL o colesterol bueno
Base científica
Un estudio realizado en Norteamérica estableció una relación entre el consumo de manzanas en sus diferentes presentaciones con los distintos indicadores fisiológicos que componen el síndrome metabólico.
Los resultados arrojaron que quienes integraron manzana su régimen alimenticio reducían en un 27% las probabilidades de padecer síndrome metabólico con relación a quienes no consumen manzana de ninguna forma.
También reveló que quienes consumían manzana de forma frecuente tenían en sus medidas de cintura menores a quienes no la consumían, lo que se traduce en una reducción de las probabilidades de desarrollar tanto el síndrome metabólico, como otras enfermedades relacionadas como la hipertensión, la diabetes y la dislipemias.
Específicamente se encontró que existe 33% menos probabilidades de padecer hipertensión arterial y un 21% menos de probabilidades de sobrepasar las medidas normales de circunferencia de cintura o de desarrollar lo que se conoce como cuerpo de manzana.
¿Qué es cuerpo de manzana?
Aunque parezca contradictorio, una de las razones por las que se recomienda el consumo de manzana es precisamente para evitar lo que se conoce como cuerpo de manzana.
Este tipo de cuerpo son aquellos que se caracterizan por tener una cintura mucho más ancha que el resto del cuerpo, soportando más peso en el abdomen.
También existe el caso de quienes tienen lo que se conoce como cuerpo de pera, en el cual también hay una desproporción en las medidas y el peso, solo que en este caso se genera un mayor peso en las caderas.
Sea cual sea, estos dos tipos de cuerpos están altamente relacionados con las probabilidades de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes y otras complicaciones agrupadas en el síndrome metabólico.
¿Cómo prevenir el síndrome metabólico?
Aunque sugerimos el consumo de manzana como parte del proceso de prevención del síndrome metabólico, este es solo uno de los muchos alimentos que debe formar parte de nuestra dieta.
Una alimentación balanceada y saludable es fundamental para reducir el riesgo de padecer enfermedades que afectan el metabolismo.
Por otro lado, es fundamental que se integren rutinas diarias de actividad física, esto con la intención de mantener el peso bajo control y poder regular os distintos indicadores de salud, como el colesterol, los niveles de glucosa, los triglicéridos y otros factores más.
Y aunque no lo parezca, también hay que trabajar la estabilidad psicológica, pues los desequilibrios hormonales que puede generar producto de padecimientos como el estrés o la ansiedad, también pueden intervenir de alguna forma en los factores de riesgo de padecer esta enfermedad.