Mahfuza Salam es una joven con una historia de superación detrás. A sus 18 años, la chica de Tower Hamlets, al este de Londres (Reino Unido), tiene una enfermedad rara de la piel llamada ictiosis arlequín.
Para quien la conozca, la ictiosis arlequín es una afección genética de por vida que afecta gravemente a toda la piel. Esta enfermedad rara se caracteriza por tener una piel seca, escamosa y extremadamente frágil. Además, repercute negativamente en la calidad de vida de la persona que la padece, ya que necesita de una hidratación frecuente con baños y cremas medicinales.
Para Mahfuza Salam, tener ictiosis arlequín ha significado tener que interrumpir su curso escolar en varias ocasiones para visitar el hospital. También ha tenido que lidiar con acosadores que le han hecho ‘bullying’. Incluso todavía tiene que gestionar el hecho de ser el centro de todas las miradas cuando sale a la calle.
La llegada de la pandemia y el posterior confinamiento, no fueron impedimento para la joven para seguir con sus estudios desde casa y sacar tiempo para practicar su pasatiempo favorito: el boxeo.
Mahfuza Salam comenzó a boxear para aumentar su confianza y autoestima. De esta manera, según ella, podía hacer frente a todas las situaciones incómodas y a todo el acoso que recibe a diario por su aspecto. «El acoso siempre ha sido algo a lo que me he enfrentado toda mi vida. Incluso cuando voy por la calle la gente me mira», dijo Mahfuza a Caters.
La joven cuenta en una entrevista que el boxeo le ha ayudado a ganar confianza en sí misma con respecto a su enfermedad ictiosis arlequín. «Me encanta el boxeo. Realmente me ha dado mucha confianza». Ahora, dice que es más segura de sí misma que hace unos años.
Con 18 años, Mahfuza todavía está descubriendo a lo que se quiere dedicar en un futuro, pero sabe que le encanta el boxeo y está pensando en una carrera en asistencia social porque le gusta ayudar a los demás.