El Consejo de Ministros del Gobierno de España, liderado por Pedro Sánchez, ha dado luz verde a que las expresiones culturales vinculadas a la cultura sorda y la lengua de signos española entrarán próximamente en la lista de patrimonio cultural inmaterial de nuestro país como manifestación representativa.
Una decisión aplaudida por la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE) ya que implica que el Estado se tiene que comprometer a salvaguardar y proteger las lenguas de signos en España, tal y como han venido haciendo hasta ahora las entidades de la red asociativa CNSE. «Son lenguas naturales completamente congruentes con la tipología de la lingüística universal que se han transmitido de generación en generación en el seno de su comunidad lingüística, han evolucionado en respuesta a su entorno, y contribuyen al sentimiento de identidad y continuidad», ha señalado su presidente, Roberto Suárez.
De este modo, a las obligaciones estipuladas en el Reglamento que desarrolla la Ley 27/2007 acerca de la necesidad de preservar las lenguas de signos se suman ahora las establecidas en la Ley 10/2015 de Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial, lo que según afirman desde la CNSE, “propiciará su adecuada difusión, transmisión, documentación, investigación, promoción y valorización de estas lenguas históricamente minorizadas”. En este sentido, si bien la entidad confía en que dicha protección se hará extensiva a las dos lenguas de signos reconocidas legalmente en España, apunta a la conveniencia de que en el real decreto que oficialice esta iniciativa se haga mención expresa también a la lengua de signos catalana.
Asimismo, en aras de promover la diversidad cultural de nuestro país, Suárez ha instado a las administraciones públicas a incentivar la creación artística a través de las lenguas de signos, la formación a través de las lenguas de signos, y la presencia de las lenguas de signos de forma transversal en todas las políticas que se pongan en marcha. “Nuestra visión del mundo, nuestros patrones creativos, y nuestro comportamiento social, costumbres y valores se arraigan en el uso de estas lenguas, y como tal, deben estar representadas como corresponde”.
Más de 300 lenguas en todo el mundo
La Federación Mundial de Sordos afirma que en el mundo se utilizan más de 300 lenguas de signos. La pregunta que siempre surge es ¿por qué no sólo uno? Muchos profesionales recuerdan que el idioma «es parte de la cultura». Por tanto, la existencia de tal diversidad es normal y lógica.
De hecho, la Confederación Nacional de Sordos (CNSE) ha encontrado la respuesta a por qué no existe una única lengua de signos universal. Los expertos confirman: «Cada lengua hablada no tiene una lengua de signos correspondiente, porque evolucionan naturalmente a través del contacto entre personas y no necesariamente son paralelas a las lenguas habladas».
Por ejemplo, el mismo símbolo define «fútbol» de manera diferente en Estados Unidos, que se refiere al fútbol americano (similar al rugby occidental), tal como lo haría en España para referirse al fútbol.