La Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía ha propuesto este viernes al Consejo de Gobierno la adopción de nuevas medidas con el objetivo de mejorar la atención a las personas dependientes.
En concreto, se van a priorizar los expedientes administrativos relativos a personas con resolución de reconocimiento de situación de dependencia de cualquier grado que vivan solas en sus domicilios, así como las que cuentan con reconocimiento de dependencia de Grado I.
Se trata de la primera medida que deviene de las conclusiones del reciente estudio realizado por la Consejería de Igualdad en el marco de elaboración del Plan Estratégico Integral para personas mayores en Andalucía sobre la soledad no deseada, que justifica la necesidad de emprender actuaciones que palíen el riesgo de aislamiento social.
Según una nota de la Junta, esta propuesta lleva consigo la reordenación de la actual red de profesionales del ámbito del trabajo social de la Agencia de Servicios Sociales y Dependencia de Andalucía (Assda) para reforzar la fase de elaboración del Programa Individual de Atención (PIA) de las personas en lista de espera.
Por otra parte, las actuaciones de las administraciones públicas en el procedimiento de valoración y de elaboración del PIA podrán realizarse a través de medios telemáticos sin realizar la visita presencial en atención a la situación sanitaria de la persona solicitante y teniendo en cuenta el criterio técnico y la información clínica y social recabada.
El periodo establecido para priorizar los expedientes comprende los ejercicios 2020 y 2021. La Consejería de Igualdad elaborará un informe de seguimiento sobre la situación de los casos a los que se va a dar prioridad.
Abordar de forma prioritaria las necesidades de las personas dependientes
La Junta de Andalucía considera que se deben abordar de forma prioritaria las necesidades de las personas a la espera de atención y, de esta forma, hacer efectivo el derecho reconocido para ciertos grupos en situación de especial vulnerabilidad.
Desde el inicio de la legislatura, la Junta trabaja en la revisión de un sistema que había resultado «infrafinanciado y altamente burocratizado», lo que había derivado «en la desatención a estas personas, algo que se ha sumado a la situación de emergencia social y sanitaria provocada por la pandemia por Covid-19».
Con esta nueva medida, se pretende reducir el impacto de esta crisis de forma urgente en aquellos colectivos más vulnerables.
Empeoramiento de la salud física y emocional
El estudio realizado por la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación señala entre sus conclusiones que las personas que viven solas sufren un empeoramiento de la salud física y emocional, especialmente aquellas que presentan limitaciones funcionales para el día a día.
En estos casos no se contempla la prestación económica para cuidados en el entorno familiar, sino que prevalecen los servicios de proximidad para que estas personas puedan desarrollar su vida en un contexto cercano.
Por tanto, según la Junta, resulta fundamental la prevención para la atención de la dependencia moderada y adquieren especial importancia las actuaciones encaminadas a frenar el descenso gradual de las capacidades y destrezas de estas personas, que se producen a nivel físico e intelectual.
La atención a la dependencia de Grado I tiene como objetivo intervenir sobre esta situación de pérdida de funcionalidad, así como contribuir a frenar el agravamiento de las situaciones que generen mayor grado de dependencia, todo ello a través de recursos que faciliten la promoción de la autonomía personal.
La prevalencia de soledad tiene una alta relación con un peor estado de salud y situación de dependencia y se encuentra presente en todas las edades, aunque aumenta notablemente a partir de los 80 años.