Todos estamos hartos ya de escuchar hablar del colesterol y los triglicéridos. Desde que somos pequeños se nos enseña a llevar un estilo de vida equilibrado y saludable que impida la aparición de enfermedades que compliquen nuestro bienestar físico. Por ello, el deporte y no excedernos en la comida basura puede jugar un importante papel en nuestra salud.
Sin embargo, el verdadero problema llega cuando pese a que seguimos las pautas estrictamente y no conseguimos bajar las cifras altas de triglicéridos. Este es el caso que han estudiado los investigadores de la Unidad de Lípidos del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza y del Hospital General Universitario Reina Sofía de Murcia y que ha recogido la revista científica mundial ‘Atheroesclerosis’.
En este marco, los científicos empezaron a estudiar las peculiaridades de este tipo de paciente: varón joven, muy delgado y gran deportista, que ni con medicación lograba reducir los niveles de triglicéridos en sangre, un factor de riesgo de enfermedades cardíacas.
Así, los estudios de los científicos han llegado a la conclusión de que estos casos «rebeldes» no tenían en realidad triglicéridos altos. Su principal problema es que el método diagnóstico generalizado no sirve para ello, por lo que los investigadores han creado un algoritmo diagnóstico para este tipo de situaciones.
Una enfermedad poco común
Ante los hallazgos, Itziar Lamiquiz-Moneo, doctora en Bióloga Molecular del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV), explica que existe una enfermedad rara denominada como pseudohipertrigliceridemia (pseudo-HTG), que aparece por un defecto genético y ocurre solo en varones.
Las personas que padecen esta patología presentan unos niveles altos de triglicéridos en sus controles, pero verdaderamente esta elevación es falsa y se debe a un fallo en la interferencia analítica.
Cuando se hace una prueba para medir los niveles de triglicéridos, el análisis lo que hace es medir el glicerol de la sangre. La medición de esta molécula y otros parámetros permiten medir las cifras de triglicéridos. El caso es que los pacientes con pseudo-HTG tienen un glicerol ya elevado de por sí, por lo que la extrapolación llevada a cabo en el análisis sería incorrecta.
Para lograr este descubrimiento, los investigadores estudiaron a todos los varones con pseudo-HTG del mundo (39 registrados a los que se sumaron cuatro diagnosticados durante la investigación). Así, se compararon los 43 casos con el perfil tipo de la consulta de lípidos, cuyas elevadas cifras de triglicéridos en su mayoría están relacionados con la dieta, obesidad, o el sedentarismo. Sin embargo, los datos de los pacientes pseudo-HTG no tienen nada que ver y son todo lo contrario, pues estos son muy delgados, sanos en general, sin diabetes y deportistas.
Triglicéridos «altos» en pacientes jóvenes, delgados y deportistas
“Hay un porcentaje de la población al que el método diagnóstico habitual (romper el ácido graso del triglicérido y determinar el glicerol) no sirve”, afirma Lamiquiz-Moneo. “Es un método muy útil y acertado para la gran mayoría de la población, pero si damos con un paciente varón que no responde al tratamiento, y que es delgado y sano en general, no siga medicándolo, hágale el algoritmo diagnóstico que hemos establecido”, aconseja el experto.
El algoritmo que ha logrado evidenciar este perfil de pacientes con triglicéridos altos se calcula mediante la suma de puntos atribuidos a distintos valores establecidos en una tabla. Cada valor tiene una puntación determinada dependiendo de la edad, medicación, peso, niveles de colesterol, entre otros parámetros.
En caso de que el paciente tenga de 10 a 14 puntos es preciso que se valore un análisis genético para determinar si el paciente tiene pseudo-HTG. Por ello, los investigadores afirman que esta puntación tiene una gran utilidad en práticas clínicas para evitar tratamientos de reducción de lípidos no necesarios en pacientes cuyo perfil no encaja en el de los pacientes con el colesterol o los triglicéridos elevados.