Carlos Alfonso ‘Fonfi’, es un joven con síndrome de Down que se dedica cocinar y entregar dicha comida a personas sin hogar en Florida (Estados Unidos). Esta preciosa e incalculable acción de bondad se repite a diario entre los barrios más desfavorecidos de la ciudad, donde este joven llega para llenar de amor y comida la mesa de las personas sin hogar.
Su madre, cuenta esta emotiva historia, la cual empezó desde el nacimiento del pequeño, cuando un inoportuno médico le confirmó la condición de su pequeño recién nacido. «El doctor no supo decirme síndrome de Down, me dijo mongólico», relata su madre.
Desde ese mismo momento, esta mujer decidió cambiar los estereotipos y cambiar la idea de la gente hacia estas personas. Por ello, presidió una Fundación de Síndrome de Down, y abanderó una campaña para concienciar «No es Mongólico, es Síndrome de Down», la cual tuvo bastante éxito en su país natal.
Una dura realidad que impactó a Carlos
En un viaje a Nueva York, Carlos conoció a los ‘Homeless’, es decir, personas sin hogar, que no tienen recursos y que por lo tanto viven en la calle a merced de lo que marque su destino. Esta situación, marcó mucho a ‘Fonfi’ el cuál desde ese mismo día comenzó a cocinar con el objetivo de que estas personas sin recursos pudieran al menos disfrutar de un plato caliente al día.
Así comenzó esta preciosa labor que llevaban a cabo él y su madre, que les ha llevado tras la cuarentena ha crear una plataforma con el objetivo de recaudar dinero y de esta manera, poder llegar siempre a un número mayor de personas que se beneficien de la comida hecha por el propio Carlos.
Es él que cocina, y el que por supuesto, hace entrega de estos bienes a las personas desamparadas de los barrios más profundos de Florida. Por cada entrega, Carlos se emociona, ya que es un joven muy sensible y que este tipo de situaciones le marcan mucho en su estado anímico, algo que ha influido en gran medida a la hora de la pasión y ganas que le pone a sus platos.
Entre 30 y 40 personas comen al día gracias al bueno de Carlos y el apoyo de su madre, una cifra que quieren seguir aumentando, esta vez, con el alquiler de un espacio techado en el que puedan realizar dicha labor con la mejor de las condiciones y la solidaridad que tan marcada tiene ‘Fonfi’ en su corazón.