La incapacidad permanente permite también trabajar: es compatible sólo en estas ocasiones

Las pensiones de incapacidad permanente guardan una cierta compatibilidad con el desarrollo de actividades laborales, según el grado de invalidez

Trabajar con una incapacidad permanente./ Licencia Adobe Stock

Una de las ventajas de las pensiones de incapacidad permanente es que se pueden compatibilizar con el desarrollo de una actividad laboral. Todas las pensiones de incapacidad son compatibles con el trabajo, aunque las posibilidades de compatibilidad varían según el grado de invalidez concedido por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS).

Las pensiones de incapacidad permanente son un tipo de pensión contributiva que ofrece una protección económica a un trabajador cuando, debido a una lesión o enfermedad, no se encuentra capacitado para desarrollar su profesión habitual o cualquier tipo de actividad laboral.

Así, el organismo encargado de otorgar el derecho a una pensión de incapacidad permanente es el INSS. Sin embargo, como última instancia, el trabajador también puede conseguir este reconocimiento a través de la Justicia.

INCAPACIDAD PERMANENTE Y TRABAJO

Tal y como hemos descrito previamente, las posibilidades de compatibilidad laboral vienen determinadas por el grado de invalidez reconocido por la Seguridad Social. Igualmente, las limitaciones que presenta el trabajador y por las que se ha logrado la pensión de invalidez, también son claves.

Trabajar con una incapacidad permanente
Trabajar con una incapacidad permanente./ Licencia Adobe Stock

Así, estas son las posibilidades de invalidez que determina la Seguridad Social en función del grado de incapacidad permanente concedido:

A diferencia de lo que muchas personas piensan, la incapacidad permanente absoluta y la Gran Invalidez sí son compatibles con el desarrollo de una actividad laboral. Sin embargo, esta actividad laboral debe ser muy específica.

COMPATIBILIDAD LABORAL

Para que una actividad laboral sea compatible con la incapacidad permanente absoluta o con la Gran Invalidez, el trabajo debe estar adaptado completamente a las necesidades del trabajador, en función de sus limitaciones.

La mayoría de personas con una incapacidad permanente absoluta o Gran Invalidez no ejerce una actividad laboral, ya que la pensión es lo suficientemente elevada como para vivir de manera cómoda. Sin embargo, todos los pensionistas de este tipo deben saber que esta compatibilidad es posible.

Existen algunos trabajos que, por sus características, son más susceptibles de poder realizarse por parte de una persona que cobra una incapacidad permanente absoluta o Gran Invalidez. Hablamos del teletrabajo, voluntariado o empleos adaptados a las necesidades de cada persona.

Otra alternativa consiste en ser empresario. Es decir, ser dueño de un negocio y tener trabajadores contratados para que realicen las actividades laborales propias de dicha empresa.

Hay que tener en cuenta que la Seguridad Social no puede negar la posibilidad de trabajar a ninguna persona, ya que el trabajo se considera un derecho universal de los seres humanos. Sin embargo, existen ciertas limitaciones de compatibilidad para las personas beneficiarias de una incapacidad permanente.

«En todos los casos, si se realizan trabajos susceptibles de inclusión en alguno de los regímenes de la Seguridad Social, existe obligación de cursar el alta y cotizar, debiendo comunicarlo a la entidad gestora», concluyen desde la Seguridad Social en relación a la compatibilidad de las pensiones de incapacidad permanente con el desarrollo de una actividad laboral.

Salir de la versión móvil