Los frutos secos forman parte de nuestra vida en tiempo en forma. Son clave, ciertamente, en el desarrollo de nuestra digestión y en otros aspectos que para muchas personas es importante como es ganar y perder peso. Hay algunos motivos que convierten a los frutos secos en los mejores amigos de lo saludable. De ahí que no sean pocas las personas que se sirvan en su dieta rica y equilibrada de estos alimentos tan socorridos.
Hay de tantos tipos de frutos secos que uno no sabe por dónde empezar, pero sí es cierto que hay muchos favoritos entre tantos candidatos y en eso colabora directamente las calorías y el grado de fibra.
Eso es fundamental, decimos, porque los frutos secos se benefician directamente de ese aporte energético que nos ayudará a entender por qué es uno de los alimentos más repetidos en las dietas.
Bien sean pistachos o bien sean cacahuetes, lo cierto es que los frutos secos se han ganado por derecho propio a ser uno más en las listas de comidas que se pueden utilizar tanto en el desayuno, como en el almuerzo y en la cena.
¡También en las meriendas, claro, aparecen las virtudes de los frutos secos! El gran aporte nutricional de este alimento lo convierten en un aliado claro a favor del funcionamiento de nuestra flora intestinal.
¿Dónde está el secreto entre los frutos secos y la pérdida de peso?
En varios programas de control de peso se ha llegado a la determinación de que los frutos secos colaboran directamente con la pérdida de peso de manera significativa.
Esto se debe gracias a su sentido de la saciedad, que nos permite comer menos teniendo la sensación de habernos llenado lo suficiente en las comidas.
De hecho, un estudio realizado en una universidad estadounidense comparó 95 hombres y mujeres que habían consumido 1,5 onzas de nueces mixtas o, en su defecto, pretzels.
Se llevaron así durante unas 12 semanas, donde se realizó un programa isocalórico durante otras 12 semanas para prolongar los efectos de los frutos secos.
Y vaya si lo consiguió: hubo pérdidas de pesos significativas (de casi dos kilos en algunos casos), por lo que los frutos secos bien dirigidos fomentan el adelgazamiento.
La saciedad de los frutos secos, una razón esencial en sus componentes
Consiguen ofrecer un efecto saciante y se convierte en una razón más que estimable de cara a la futura pérdida de peso.
Se concluyeron en el anterior estudio claras diferencias entre quienes no habían tomado fruto seco y quienes sí. Hay que tener cuidado, no obstante, con las calorías.
Porque una cosa es la cantidad de fibra que puede aportar un fruto seco u otro y otra el gran porcentaje de fibra que puede tener un impacto negativo en el peso y en la salud.