El dinero en efectivo lleva tiempo camino de desaparecer. Poco a poco, los sistemas electrónicos van ganando terreno a las monedas y billetes como forma de pago. De este modo, las tarjetas bancarias o aplicaciones móviles como Bizum, se han extendido entre la población sin tener ya competidores. Y es que todo lo que aporte comodidad, funcionalidad y rapidez hoy en día, es éxito asegurado.
Sin embargo, aún había voces que tranquilizaban argumentando que es imposible que el dinero en efectivo desaparezca. A pesar de la evolución sufrida en tan poco tiempo, hay personas que siguen teniendo la costumbre de pagar en metálico. De hecho, es habitual que los gastos pequeños del día a día, se hagan en efectivo. El café de la mañana, el periódico, el pan o las pequeñas compras en el supermercado.
Por otra parte, España cuenta con una economía sumergida que es una realidad. Es decir, un dinero al margen de la legalidad con el que muchas personas funcionan en su día a día a pesar de los esfuerzos de la Agencia Tributaria y la normativa fiscal, para acabar con ello. Por tanto, son muchos los intereses en contra también de que el dinero en efectivo desaparezca.
Bien es cierto, que algunos países del mundo como Suecia, Noruega o Canadá, están ya entre los que han dejado de usar dinero en efectivo. Las nuevas tecnologías se han impuesto hasta en el más pequeño comercio donde en algunos casos, incluso no te dejan pagar en metálico. No obstante, en todos ellos, el Gobierno del país había establecido un plan para llegar a ese punto, algo que en España aun no ha ocurrido. Pero, ¿Qué dicen desde Europa?
EUROPA PONE FIN AL DINERO EN EFECTIVO
Aunque su desaparición estaba en proceso, parece que el dinero en efectivo será por fin historia gracias a la aparición de un competidor: El euro digital. El Banco Central Europeo (BCE) lleva dos años preparando lo que pretenden sea la nueva forma de pago de la eurozona. En definitiva, esta nueva ‘moneda’ no es más que una forma de pago electrónica gratuita que podrá utilizarse en cualquier lugar de la zona euro y que según explican desde el BCE «ofrecería seguridad y privacidad».
«Una una forma digital de efectivo emitida por el banco central y disponible para todos en la zona del euro», han aclarado desde el BCE. En principio, es una forma de pago que quieren que conviva con la forma física, es decir, con el dinero en efectivo. No obstante, habrá que ver si su funcionalidad cala entre la población, donde queda el metálico o cuánto podrían tardar en eliminarlo. De lo que no cabe duda, es que sería mucho más fácil controlar este euros digital.
El euros digital comenzará su curso a partir del próximo 1 de noviembre y tiene previsto una vida inicial de dos años, es decir, hasta 2025. Desde el BCE han explicado que «Sobre la base de los resultados de la primera etapa y de la evolución del proceso legislativo, el Consejo de Gobierno decidirá si pasar a una segunda etapa y, en su caso, definiría su alcance y duración». Esto significa, que de el resultado que de este periodo de dos años, dependerá que venga para quedarse.
MODO DE EMPLEO DEL EURO DIGITAL
El Banco Central Europeo (BCE) ha informado que el euro digital viene a ser una «Forma digital de efectivo emitida por el banco central y disponible para todos en la zona del euro». Por tanto, «se almacenaría en un monedero electrónico creado en un banco o en un intermediario público, lo que permitiría realizar todos los pagos electrónicos cotidianos con un teléfono o una tarjeta, con y sin conexión a Internet y de forma segura».