Pasar por el notario es fundamental en la venta de una vivienda. Tanto si eres quien vende como el que compra, el notario será la figura que dará garantía y veracidad a la transacción que se está llevando a cabo. Y es que un acto como es el de la venta de una vivienda, debe contar con una seguridad que garantice a ambas partes la legalidad de lo que se está llevando a cabo. Pues se trata de un proceso en el que se apuesta una gran cantidad de dinero de una parte, y se juega la transmisión de un inmueble de otra.
Concretamente, el notario tiene un papel fundamental en dos partes del proceso de la compraventa. Por una parte, a la hora de elevar a documento público la escritura de compraventa, pues debe dar fe de que todo lo establecido cumple con la ley. Por otra parte, tiene la tarea de comprobar que ambas partes comprenden y están de acuerdo en llevar a cabo el proceso de compraventa de una vivienda, ya sea la parte compradora, así como la parte que va a realizar la venta.
Esto cobra el notario tras la venta de una vivienda
El notario es en esencia, la figura que aporta seguridad al proceso. Pues la compraventa de una vivienda, es un paso importante que conlleva riesgos tanto para la persona que compra como para la que vende, por lo que es fundamental contar con un profesional que tenga la potestad de ajustar el proceso conforme marca la ley. Además, la visita al notario debe servir para resolver todas las dudas que puedan surgirle a cada una de las partes.
Así pues, tanto si eres quien va a comprar así como quien vende, la mayor recomendación es que aproveches al máximo cada visita al notario. De hecho, si fuese necesario, podrás solicitar reunirte con él solo para resolver las dudas que puedas tener con respecto al proceso. En cualquier caso, una vez pases por este profesional, podrás quedarte tranquilo con respecto a que todos los documentos están en regla y que el proceso se ha llevado a cabo conforme a la ley.
Pero claro, todo este trabajo conlleva, lógicamente un coste. ¿De qué cantidad estamos hablando? Pues un primer dato a tener en cuenta, es que el Estado tiene perfectamente regulados los gastos del notario en una compraventa. Así pues, si nos ceñimos a lo establecido, tenemos que tener en cuenta que el coste de la escritura de la vivienda tendrá un precio equivalente a lo que resulte de entre el 0,2 por ciento y el 0,5 por ciento del valor del inmueble según el contrato. Sin embargo, el notario puede, a partir de los establecido por la ley, aplicar o no un descuento del 10 por ciento.
¿Quién debe pagar estos gastos?
Esta es sin duda una de las preguntas más frecuentes en el notario tras un proceso de compraventa de una vivienda. ¿Quién debe pagar estos servicios notariales? ¿Es a medias? ¿El comprador? ¿El vendedor?
Debes tener cuidado porque la respuesta a esta pregunta también está perfectamente definida. De este modo, quien tiene la obligación de pagar el trabajo del notario es el vendedor del inmueble, pues el comprador solo debe abonar lo correspondiente a la copia de la escritura.
Del mismo modo, en el caso de la firma de la hipoteca con una entidad bancaria, es el banco quien debe asumir estos gastos. En este caso, hay que estar atentos porque en ocasiones, se hace cargar con este gasto al hipotecado, lo cual supone un abuso que se puede reclamar.