La siesta es una costumbre o hábito humano que tienen las personas de descansar principalmente después de comer. No obstante, algunas personas también realizan esta acción justo antes de la hora del almuerzo, en zonas como España.
No obstante, existe cierta controversia sobre cuál es el tiempo ideal que debemos dormir la siesta o la forma en la que es recomendable realizar esta acción. En determinados casos suele ser beneficiosa para la salud e incluso necesaria para recargar la energía del organismo.
Cuando comemos se concentra una importante cantidad de sangre en el estómago necesaria para el proceso de digestión. Todo ello provoca una reducción del riego sanguíneo al cerebro, derivando en un aumento de las ganas de descansar o dormir.
En este sentido, los expertos argumentan que la siesta es saludable para el organismo cuando la persona se encuentra cansada, lo necesita y duerma por un tiempo determinado.
Tiempo de siesta recomendado
Los expertos explican que el tiempo máximo que debemos dormir la siesta es de 30 minutos. Por su parte, las siestas de una o dos horas suelen ser contraproducentes y a veces notamos una gran sensación de cansancio y desconcierto al despertar.
Desde el Centro de Fisioterapia Henar de Frutos, en San Sebastián, argumentan que «a rasgos generales, para una recarga rápida de energía es suficiente con 10 o 20 minutos, para mejorar la capacidad cerebral unos 60 minutos y para aumentar la creatividad unos 90 minutos».
Con todo ello, la acción de la siesta comprende una serie de ventajas e inconvenientes para la persona en cuestión, aunque pueden variar en función de la situación de cada paciente.
Una nueva investigación publicada en la revista ‘General Psychiatry‘ sugiere que dormir la siesta de manera habitual se relaciona con una mayor agilidad mental en personas mayores de 60 años.
Ventajas e inconvenientes
La siesta que se realiza en un periodo de tiempo considerado ideal tiene grandes ventajas saludables, ya que mejoran el rendimiento y ayudan a una mejor digestión. Además, reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, disminuye la hipertensión arterial, rebaja los niveles de estrés y es positiva para las funciones cognitivas.
Sin embargo, la siesta suele realizarse en un horario en el que hay más ruidos en el entorno, por lo que a veces es más dificultoso descansar de manera adecuada. Esta situación puede ocasionar dolores artrósicos, respiratorios, artrítico o incluso generar confusión.
En definitiva, los expertos médicos informan que las siestas únicamente perjudican al sueño cuando es demasiado prolongada (una hora o más) y/o cuando se produce de forma tardía y cercana a la hora del sueño nocturno.
Por otra parte, este grupo de expertos también comenta cuáles son los lugares más idóneos para dormir una siesta tranquilamente que resulte beneficiosa para la salud. En este sentido, resaltan las zonas tranquilas, con poca luz y con un nivel mínimo de ruido.
Muchas personas optan por dormir la siesta en la cama, aunque lo más recomendable es realizar esta acción del sueño semisentado, ya que esto ayuda a un despertar más sencillo y a no caer en un sueño demasiado profundo.