Tener buenos hábitos de vida ayuda no solo a tu salud física, sino a tu salud mental. Te ayuda a sobrellevar mejor los malos momentos y te hace tener una actitud ante la vida, mucho más positiva. Se trata de cuidarse, mimarse y conocer cómo podemos envejecer de la mejor manera, de tal modo, que nos mantengamos en el mejor estado posible a pesar del paso de los años. Pero, ¿Es esto realmente tan fácil?, ¿Cuál es el truco?
No hay truco, tampoco se trata de hacer un esfuerzo muy exigente, pues se trata de vivir de manera saludable, no de añadir más estrés a la vida, y quizás en ese equilibrio esté la respuesta. Casi todos conocemos cuáles son los mejores hábitos para vivir más y mejor: Comer bien, no llevar una vida sedentaria, sociabilizar, evitar el estrés, o cuidar de nuestra salud mental, a buen seguro están entre los primeros puestos en cualquier decálogo de cómo cuidarse.
Sin embargo, no debe convertirse en un esfuerzo que nos lleve a una exigencia extrema. Es decir, hay que comer bien, pero eso no significa hacer dieta. Se trata de llevar una alimentación sana, variada y equilibrada. Aprender a saborear los productos y disfrutar comiendo de la forma más sana. En esto entra el tipo de alimentos que ingerimos, la forma de cocinarlos, pero también acostumbrarnos a que sea un momento de relax del día.
En cuanto a no llevar una vida sedentaria, a veces se incurre en el mismo error. Nos afanamos en exigirnos hacer determinados deportes cuando puede ser que ni lo disfrutemos ni sea la mecánica para que nos llegue a gustar. Cuidarnos no puede tratar solo de sufrir. Por ello, es mejor empezar desde algo que nos sea cómodo, conocer distintas opciones, y por supuesto, cambiar pequeños hábitos diarios como ir andando en vez de en coche a los lugares más cercanos, o evitar el ascensor y usar más la escalera.
El hábito diario que debes cumplir para no envejecer tan rápido
Es llamativo, porque en ocasiones hay hábitos que siendo también muy importantes, no se les destaca tanto a la hora de establecer rutinas. Sin embargo, pueden ser tan importantes o incluso más, que otros a los que estamos acostumbrados. Uno de ellos, y que además, de no llevarlo a cabo está demostrado que acelera el envejecimiento, es no dormir bien y lo suficiente. Descansar es un hábito fundamental si queremos mantenernos sanos.
«No dormir bien y lo suficiente», lo hemos dicho bien. No dormir lo suficiente, está claro que es cuestión de tiempo. En este caso, lo recomendable para un adulto es dormir unas ocho horas diarias. Sin embargo, aunque a veces cumplimos con el tiempo, no lo hacemos bien, y la calidad del sueño, es igual de importante. Pero, ¿Cómo podemos conseguirlo?
Consigue un sueño de calidad
Estar relajados es fundamental para tener un sueño de calidad y así, añadir este hábito a tu vida. Por ello, algunos consejos que te puedes aplicar son desconectar de estímulos que te alteren al menos una hora antes de irte a la cama. Estos pueden ser correos de trabajo, las redes sociales, o en general, cualquier pantalla que te pueda acelerar.
En vez de eso, puedes dedicar esta última hora del día a leer, escuchar música relajante o respirar profundamente justo antes de ir a dormir. Quizás no estaba en tu rutina, pero un sueño de calidad puede frenar el envejecimiento físico y mental.
Además, contar con un colchón y almohada de buena calidad, adaptado a tus necesidades, también puede ayudar a que tu descanso, sea mucho más beneficioso. En caso de no conseguir conciliar el sueño d forma regular, lo mejor es que acudas a un profesional para que te ayude a adquirir este hábito.