El sistema español de pensiones es de carácter contributivo. Es decir, las pensiones de jubilación actuales se pagan gracias a las cotizaciones de los trabajadores actuales a la Seguridad Social, existiendo un equilibrio entre ambos elementos. Del mismo modo, las futuras pensiones de jubilación de los trabajadores actuales se sustentarán con las cotizaciones de los futuros trabajadores.
Hay que tener en cuenta que en los últimos años se han producido cambios sociodemográficos que tienen influencia en la sostenibilidad del sistema de pensiones. Por un lado, la esperanza de vida ha aumentado, por lo que los jubilados cobran durante más años la pensión. Así, por otra parte, la tasa de natalidad ha descendido, por lo que habrá menos trabajadores que coticen para mantener las pensiones contributivas.
Teniendo en cuenta todos estos factores, las nuevas medidas de la reforma de pensiones tienen como objetivo garantizar el poder adquisitivo de los pensionistas y la sostenibilidad del sistema.
Edad ordinaria en España
España se encuentra en pleno aumento de la edad ordinaria de jubilación, debido a la medida aprobada por el Gobierno de España en la reforma de pensiones del año 2011. En dicha normativa se estableció un incremento de la edad ordinaria de 65 a 67 años, en un horizonte de 15 años. Es decir, desde 2013 a 2027.
Actualmente, la edad ordinaria de jubilación es de 65 años para las personas que hayan cotizado al menos 37 años y seis meses a la Seguridad Social. También es posible jubilarse con 66 años y dos meses de edad para aquellas personas con una cotización inferior a 37 años y seis meses durante la vida laboral. Esta edad ordinaria volverá a incrementarse en 2023.
Muchos expertos recomiendan aumentar la edad ordinaria incluso hasta los 70 años de edad. Sin embargo, debido a que aún se está ejecutando una medida vigente, desde el Gobierno de España han preferido no añadir ninguna modificación al respecto.
Incentivos a la jubilación demorada
Aunque no se ha aprobado ninguna medida para seguir aumentando la edad de jubilación, en la reforma de pensiones del año 2022 se han incorporado una serie de incentivos para aquellos trabajadores que decidan retrasar el retiro de la vida laboral más allá de la edad ordinaria. Se trata de una serie de incentivos para hacer más atractiva la modalidad de jubilación demorada.
En este sentido, los trabajadores que decidan optar por la jubilación demorada, pueden seleccionar entre tres tipos de recompensas:
- Un porcentaje adicional del 4% por cada año cotizado a la Seguridad Social más allá de la edad ordinaria de jubilación. Supone un aumento de la cuantía de la pensión a recibir finalmente.
- Una cantidad a tanto alzado en la pensión contributiva que puede oscilar entre 5.000 y 12.000 euros al año, dependiendo de las cotizaciones previas del trabajador antes de acogerse a la jubilación demorada. La cuantía en cuestión se percibe en el momento de acceder a la jubilación definitiva.
- Una combinación de las dos alternativas anteriores.
Al respecto, desde la Seguridad Social recuerdan que «la jubilación voluntaria demorada es la posibilidad reconocida a las personas trabajadoras (por cuenta propia o ajena) de que, una vez cumplida la edad ordinaria de jubilación prolonguen su vida laboral, por lo que podrán acceder a una serie de beneficios en su futura pensión de jubilación».