A la hora de contratar una hipoteca es necesario tener en cuenta numerosos factores que influyen en la tramitación de la misma. Primeramente, en función de la entidad bancaria correspondiente, se exigirán unos u otros requisitos para llevar a cabo dicha gestión.
Hay que tener en cuenta que una hipoteca consiste en un préstamo hipotecario que una entidad bancaria concede a una persona para la adquisición de una nueva vivienda. Así, al suscribir el acuerdo, ambas partes dejan establecido el tipo de hipoteca, tipo de interés que se aplica a la devolución del préstamo hipotecario, la cuota a pagar de forma mensual o el plazo de devolución del préstamo hipotecario.
Existen tres tipos diferentes de hipoteca en función del modo de pagar el interés por el préstamo obtenido: Fija, variable o mixta. Cada una de ellas presenta unas ventajas e inconvenientes que se deben analizar en función de la situación de cada persona.
Tipos de interés
En la hipoteca fija, el interés a pagar en la cuota mensual de devolución del préstamo siempre es el mismo. Suele ser un poco más elevado, pero ofrece garantías al usuario, ya que siempre deberá pagar la misma cuota.
Por su parte, la hipoteca con interés variable puede modificarse en función de la fluctuación del Euríbor. En ocasiones, puede ser rentable al registrarse un Euríbor bajo; pero también se asume el riesgo de una subida considerable de este índice, pues el interés también subirá.
Otra opción es la hipoteca de tipo mixta. En este caso, durante un periodo inicial a un año el tipo de interés es fijo, pero posteriormente se aplica un interés variable.
«El tipo de interés de la hipoteca está basado en el análisis de la solvencia que tiene en cuenta tu perfil de riesgo, así como el porcentaje de bonificación a aplicar en función de los productos que decidas contratar», explican desde CaixaBank.
Cuota recomendada en la hipoteca
La mayoría de entidades bancarias han incorporado a sus servicios un simulador de hipoteca. De esta forma, los usuarios tienen la posibilidad de realizar una estimación sobre el tipo de hipoteca que le resulte más interesante de contratar.
En cualquier caso, desde CaixaBank recomiendan que la cuota mensual de la hipoteca nunca supere el 35% de los ingresos mensuales. Con una cuota de porcentaje superior, podría suponer un riesgo para el usuario, ya que no es necesario vivir con la economía ‘al cuello’. Siempre puede surgir algún tipo de imprevisto.
Hay que tener en cuenta que el plazo de devolución de hipoteca puede variar en función del acuerdo cerrado con la entidad bancaria. En este sentido, existen hipotecas que se devuelven en 15 años, 20 años, 30 años o incluso superior.
Cuanto mayor sea el plazo de hipoteca, menor será la cuota a pagar de forma mensual a la entidad bancaria que corresponda, aunque el interés será mayor al pagar durante más tiempo. Sin embargo, en las hipotecas con un plazo de devolución corto, la cuota mensual a abonar será más elevada.
Se escoja cualquiera de las opciones, siempre tendrás la posibilidad de amortizar la hipoteca, es decir, podrás entregar varias cuotas de tu hipoteca para así reducir el número de años del préstamo y los intereses ya que, cuanto antes pagues el cien por cien de tu hipoteca, menos intereses tendrás que pagar y acabarás ahorrando. Eso sí, a la hora de firmar la hipoteca es recomendable que leas la letra pequeña en cuanto a amortizar la hipoteca ya que esto no siempre es posible.