La enfermera Sette Buenaventura, de 26 años, estaba trabajando en primera línea frente al coronavirus cuando notó un dolor punzante en su pierna. Aquello fue en el mes de abril, durante la primera gran oleada de la pandemia, donde el agotamiento físico era el pan de cada día para los profesionales de la salud.
Entonces, la joven achacó esos dolores al resultado de los agotadores turnos de trabajo en el Hospital Real de Salford y los ignoró. Sin embargo, cuando el dolor se hizo tan insoportable que ya no podía caminar, decidió buscar ayuda de sus colegas y las pruebas revelaron que tenía un sarcoma en su pierna derecha. Como consecuencia, a Sette Buenaventura le tuvieron que amputar la pierna para poder salvarle la vida.
Ahora la enfermera se encuentra reaprendiendo a caminar gracias a una prótesis y espera poder reincorporarse a trabajar en noviembre. En unas declaraciones a BBC, Sette dijo que quería que otras personas aprendieran de su experiencia: «Creo que es muy importante que cualquier persona con un dolor persistente vaya a hacerse un chequeo médico». «Si yo lo hubiera hecho a tiempo, probablemente ahora estaría en una situación distinta».
¿Qué es la discapacidad?
La discapacidad es la condición bajo la cual ciertas personas presentan alguna deficiencia (física, mental, intelectual o sensorial) que a largo plazo afectan la forma de interactuar y participar plenamente en la sociedad.
Una discapacidad es una condición que hace que una persona tenga dificultades para desarrollar sus tareas cotidianas y corrientes que, al resto de individuos, no les resultan complicadas. El origen de una discapacidad suele ser algún trastorno en las facultades físicas o mentales.
En los últimos tiempos, la discapacidad se está considerando desde una perspectiva de derechos humanos. El objetivo, entonces, pasó a ser la integración de estas personas en la sociedad, facilitando esto a partir de la idea de accesibilidad.
La accesibilidad contempla la adecuación de entornos y dispositivos para que las personas con discapacidad puedan usarlos igual que el resto. Para ello se necesita considerar ciertos aspectos técnicos que reduzcan las barreras para quienes sufren de alguna discapacidad (como rampas para las personas que se movilizan en sillas de ruedas o semáforos con sonido para los no videntes).