El emprendimiento es una apuesta que no siempre sale necesariamente bien. Pero en muchos casos sí que lo hace y no hay nada de azar ni dudas en el triunfo de un nuevo modelo de negocio. Todo lo que viene siendo una buena gestión ha sido la de Limcamar, que ha revolucionado el mundo de la limpieza a nivel nacional después de vivir un crecimiento que ha ido de la mano de los años y también de los daños, por qué no decirlo, que supone tener que superar todos los obstáculos que se han ido interponiendo de camino a conseguir más objetivos empresariales con su emprendimiento.
La historia que hay detrás de Limcamar es la de Pedro Cánovas, que pasó de limpiar escaleras en los bloques de pisos a constituir una de las empresas de limpieza más importantes que existen en España, fundada allá por 1987, por lo que se cumplen 35 años de una de las grandes apuestas emprendedoras en este sector. Ahora, el dueño de Limcamar ha concedido una entrevista en la que aborda algunos de los secretos confesables del éxito de Limcamar.
Así es Limcamar, la empresa que ya factura 110 millones de euros
Pedro Cánovas ha atendido al portal web Emprendedores para hablar acerca de su gran sueño cumplido, que es el poner en pie la empresa Limcamar, dedicada a la limpieza de interiores y exteriores de edificios, desinfección y jardines. Opera esta startup a la vieja usanza tanto en España como Portugal, y también tiene un marco de actuación en Alemania y Holanda. Es la quinta compañía más importante del sector, con más de 110 millones de euros facturados el año pasado.
La empresa Limcamar lleva todos sus beneficios a reservas voluntarias, un colchón que le ha permitido tener en la actualidad 40 millones de euros en la hucha, de forma que nunca ha tenido problema a la hora de afrontar el gasto de los 9.318 empleados que tiene en su organización. Durante el ERTE de la pandemia, 3.000 tuvieron que irse a casa temporalmente, pero sí que se quedaron 6.000 para un servicio esencial.
La relación del fundador de Limcamar con Amancio Ortega
Se relaciona siempre entre emprendedores la figura de Amancio Ortega, fundador de Inditex, del que Pedro Cánovas recibió una llamada con el objetivo de poder encargarle una limpieza de grandes dimensiones: primero en Murcia, luego en Albacete, luego en Alicante, y Valencia, todos en centros Inditex. Y también prosiguieron la Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos y Telefónica como clientes de renombre.
“Lo que yo siempre he hecho bien es contratar a las personas, rodearme de gente con muy buen criterio”, comenta Pedro Cánovas, que tiene empresa constituida como Centro Especial de Empleo con la que ofrece a otras compañías personal de limpieza con discapacidad física o psíquica.