En las cocinas de todo es común encontrarse con un modelo de vitrocerámica. Es un tipo de cocina que se utiliza de forma muy fácil y cómoda, así como que es de las más baratas dentro de las opciones de cocina del mercado. Uno de los grandes problemas llega a la hora de limpiar las manchas en profundidad, ya que hay ocasiones en las que la suciedad puede incrustarse un poco.
Para esto hay muchos productos a la venta, pero algunos de ellos son realmente caros y, además, pueden no ser del todo adecuados para el tipo de vitrocerámica que tenemos en casa. Por eso mismo, hoy te vamos a enseñar a utilizar el truco casero más efectivo para quitar las manchas de la vitrocerámica sin dañarla.
Como todos los ingredientes que vamos a utilizar para este truco son muy comunes seguro que los tienes por casa, de forma que poner en práctica este truco será de lo más sencillo y rápido. Vamos a ver cuál es el truco para dejar la vitrocerámica como nueva y sin ningún tipo de suciedad.
Truco casero para quitar todas las manchas de la vitrocerámica
Los tres elementos que vamos a necesitar para realizar este truco casero son agua, bicarbonato de sodio y vinagre. Esto último puede cambiarse por limón o algún otro cítrico, pero si tenemos vinagre de limpieza es mucho mejor. Con solo estos tres ingredientes vamos a dejar nuestra vitrocerámica como si fuera el primer día en lo que a manchas y suciedad se refiere.
Para preparar ese limpiador para manchas lo primero que haremos será poner dos cucharadas de bicarbonato de sodio en un cuenco. Después añadiremos agua muy poco a poco. Es importante no añadir una gran cantidad de agua al principio e ir muy poco a poco. Nuestro objetivo final es conseguir una pasta que podamos manejar con las manos.
Cogemos esta pasta de bicarbonato y agua, que debe ser muy espesa pero maleable, y la añadimos sobre la vitrocerámica. Tenemos que repartirla muy bien. Al final tiene que estar toda la vitrocerámica totalmente cubierta. Podemos añadir un poco de bicarbonato extra a las zonas donde sepamos que hay más manchas.
Añade vinagre de limpieza
Una vez tengamos la vitrocerámica totalmente cubierta por el agua con bicarbonato lo siguiente es esperar un par de minutos. Pasado este tiempo, agregamos vinagre de limpieza por encima del bicarbonato para provocar una reacción química que arrastre toda la suciedad y toda mancha. No es una reacción peligrosa, pero por el olor es mejor tener las ventanas abiertas.
Después de dejar entre 15 y 20 minutos la mezcla de agua, bicarbonato y vinagre actuar, lo que vamos a hacer es eliminar la pasta formada sobre la vitrocerámica con un trapo y agua, así de simple. Después de varias pasadas, veremos que la vitrocerámica ha quedado perfectamente limpia sin dañarla gracias a este truco tan fácil de realizar.