La historia de Max Taylor es un claro ejemplo de superación. El joven jugador fue convocado el pasado jueves 28 de noviembre en la Uefa Europa League defendiendo los colores del Manchester United.
Taylor no llegó a disputar en el encuentro ante el Astana, pero presenció el partido desde el banquillo. Siempre ligado a las filas del United, hace más de un año vio como su sueño de ser futbolista se iba a la borda cuando le detectaron cáncer.
Max tuvo que dejar el fútbol a un lado y comenzó el tratamiento para combatir un cáncer de testículo. De hecho, hasta hace nueve meses tenía sesiones de quimioterapia. El defensor ingles ya está completamente curado y el pasado jueves recibió la sorpresa de entrar en la convocatoria del primer equipo inglés.
Desde 2014 está en las filas del United. Triunfó en las categorías inferiores y pronto fue ascendiendo hasta llegar al equipo Sub-23 e incluso entrenar con la primera plantilla. Aunque el cáncer le frenó en la temporada 2018/19.
Sin embargo, eso no fue una piedra en su camino. Tras superar el cáncer, algo que no fue ni fácil ni rápido, en septiembre volvió al club. A sus 19 años tiene un gran futuro por delante, y lo que es más importante, toda la energía del mundo.