Estos son los efectos del poder antioxidante del té verde

El té verde contiene un alto contenido en antioxidantes, capaz de prevenir enfermedades y ayudar a cuidar nuestra salud cardiovascular 

El té verde y su poder antioxidante

El té verde es una bebida milenaria que hasta hace muy poco era un gran desconocido en la vida de las personas occidentales. Su buen sabor, lo barato que es, lo fácil de preparar que resulta y sus grandes beneficios antioxidantes lo han consagrado como una bebida imprescindible para conseguir un estado de salud óptimo.

La Fundación Española de Nutrición (FEN) ha recalcado que el té verde es una «buena alternativa a las bebidas gaseosas y azucaradas». La propiedad más reconocida del té verde es su gran poder antioxidante que es capaz de evitar el daño celular provocado por los radicales libres, ayudando a prevenir el envejecimiento y distintos tipos de enfermedades.

Esta infusión contiene un tipo de antioxidante polifenólico llado catequinas, por lo que se recomienda tomar al menos una taza al día para empezar a notar sus beneficiosos efectos. Esta sustancia tiene 20 veces más antioxidantes que la vitamina E y 100 veces que la vitamina C; cuyos beneficios para prevenir el cáncer de vejiga, ovarios, esófago y páncreas se están teniendo en cuenta y se encuentran en estudio. Además, también se asocia al té verde con la disminución del riesgo de Parkinson o Alzheimer y con el mantenimiento de una buena salud cardiovascular.

Desde la Fundación Española del Corazón aconsejan tomar té verde pues «goza de grandes propiedades terapéuticas para bajar los niveles de triglicéridos y colesterol en la sangre». De hecho, su contenido en cafeína aumenta la agilidad mental al contener L-teanina; una sustancia nootrópica y adaptogénica que aporta beneficios a la memoria, la atención, el aprendizaje y la concentración.

¿Es cierto que el té verde sirve para adelgazar?

Pese a que contiene múltiples propiedades como su poder antioxidante, lo cierto es que al té verde se le suelen añadir algunos beneficios que carecen de evidencias científicas. En primer lugar, es falso que el té verde tenga propiedades para adelgazar. Tampoco tiene efecto quemagrasas y no tiene efectos milagrosos para prevenir distintos tipos de cáncer como el de mama, colon o próstata.

té verde hipertensión
Té verde

Al no estar demostrado, tampoco podemos decir que baja la presión arterial, no tiene incidencia en la diabetes ni la osteoporosis y tampoco en la arterioesclerosis. Ninguna de estas cualidades ha sido probada por la ciencia; por lo que por el momento no son más que mitos y leyendas que no se ajustan con la realidad del té verde.

Además de estas cuestiones, es importante saber que el té verde podría resultar contraproducente si se mezcla con diversas sustancias. Desde la FEN, afirman que el té verde impide el aprovechamiento orgánico de la vitamina B1 y dificulta la absorción del hierro de los alimentos; con lo que no conviene su consumo en personas con anemia.

Continuando con las precauciones, el té verde contiene altas dosis de cafeína y si nos pasamos de los 400 miligramos diarios podría provocarnos ansiedad, nerviosismo o pérdida de sueño, al igual que sucede con el café. Asimismo, en embarazadas y lactantes se recomienda evitar su consumo ya que podría intervenir en la absorción del ácido fólico.

¿Cómo se prepara el té verde?

Para preparar una buena taza de este magnífico antioxidante; la forma más popular de hacerlo es hirviendo el agua, agregar el té y dejarlo enfriar por más de 5 minutos. Además, se recomienda que el agua no sea de grifo, ya que por lo general durante el proceso de potabilización de la misma es incluido el cloro y otros compuestos que afectan su estructura. El sabor del té también puede verse perjudicado, por lo que lo ideal sería utilizar agua mineral con bajos índices de sodio y calcio.

Debemos calentar la tetera antes de comenzar a hacer la infusión, para evitar que la temperatura caiga en picada rápidamente. Según los expertos, por cada taza de agua se incorporan 2 gramos de té verde, es decir una cucharada. Lo más recomendable es dejar reposar las hojas durante un par de minutos en el agua, para que éstas liberen bien las sustancias que contienen.

Al momento de colar el té verde, use mejor un colador de tela y no metálico. En caso de endulzar, recurra preferiblemente a los edulcorantes como la melaza, el azúcar de coco o la estevia.

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