El 7 de abril de cada año se conmemora el Día Mundial de la Salud, que se festeja desde que en 1948, cuando en la Primera Asamblea Mundial de la Salud para conmemorar la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En este caso vamos a hablar sobre la que OMS dice sobre la discapacidad.
El organismo mundial define la discapacidad como «un término general que abarca las deficiencias, las limitaciones de la actividad y las restricciones de la participación». En este sentido, remarca que «las deficiencias son problemas que afectan a una estructura o función corporal; las limitaciones de la actividad son dificultades para ejecutar acciones o tareas, y las restricciones de la participación son problemas para participar en situaciones vitales».
Por todo ello, la discapacidad es un fenómeno complejo que refleja una interacción entre las características del organismo humano y las características de la sociedad en la que vive.
Se entiende por discapacidad la interacción entre las personas que tienen algún problema de salud (por ejemplo, parálisis cerebral, síndrome de Down y depresión) y factores personales y ambientales (por ejemplo, actitudes negativas, transporte y edificios públicos inaccesibles y apoyo social limitado).
La discapacidad, un problema de salud pública
Se estima que más de 1000 millones de personas viven con algún tipo de discapacidad. Esa cifra corresponde aproximadamente al 15% de la población mundial; de hecho hasta 190 millones (3,8%) de las personas de 15 o más años tienen dificultades considerables para funcionar y requieren con frecuencia servicios de asistencia sanitaria. El número de personas con discapacidad está aumentando debido en parte al envejecimiento de la población y al aumento de la prevalencia de enfermedades crónicas.
La discapacidad es sumamente heterogénea. Si bien algunos problemas de salud vinculados con la discapacidad acarrean mala salud e importantes necesidades de asistencia sanitaria, eso no sucede con otros. Sea como fuere, todas las personas con discapacidad tienen las mismas necesidades de salud que la población en general y, en consecuencia, necesitan tener acceso a los servicios corrientes de asistencia sanitaria. En el artículo 25 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CRPD) se reconoce que las personas con discapacidad tienen derecho a gozar del más alto nivel posible de salud sin discriminación. Sin embargo, la realidad es que pocos países prestan servicios adecuados y de calidad a las personas con discapacidad.
Además, muy pocos países compilan datos que permitan el desglose en el sector de la salud según la discapacidad. Durante la pandemia de Covid-19 este hecho ha sido muy evidente, puesto que los países no incluyeron la discapacidad en su respuesta al control de la pandemia. Ello dejó a las personas con discapacidad expuestas correr en mayor grado tres riesgos con consecuencias devastadoras: el riesgo de contraer la Covid-19, de cursar la enfermedad con síntomas graves o de morir por su causa, además de tener peor salud durante la pandemia y después, estuvieran o no infectados por la Covid-19.
Barreras que impiden el acceso a la asistencia sanitaria
Las personas con discapacidad tropiezan con una gran variedad de obstáculos cuando buscan asistencia sanitaria, entre ellos los siguientes:
- Costos prohibitivos: La asequibilidad de los servicios de salud y el transporte son dos de los motivos principales por los que las personas con discapacidad no reciben los cuidados que tanto necesitan en los países de ingresos bajos. Algo más de la mitad de las personas con discapacidad no pueden costearse la asistencia sanitaria, en comparación con un tercio de las personas sin discapacidad.
- Oferta limitada de servicios: Faltan servicios adecuados para las personas con discapacidad. Muchos estudios revelan un elevado número de necesidades desatendidas en materia de asistencia sanitaria entre las personas con discapacidad debido a la falta de disponibilidad de los servicios, especialmente en zonas rurales y remotas.
- Obstáculos físicos: El acceso desigual a los edificios (hospitales, centros de salud), el equipo médico inaccesible, la mala señalización, las puertas estrechas, las escaleras interiores, los baños inadecuados y las zonas de estacionamiento inaccesibles crean obstáculos en los establecimientos de asistencia sanitaria. Por ejemplo, es frecuente que las mujeres con dificultades para moverse no tengan acceso al tamizaje del cáncer cervicouterino o mamario porque las mesas de exploración no se ajustan verticalmente y el equipo de mamografía solo puede funcionar con la mujer de pie.
- Aptitudes y conocimientos inadecuados del personal sanitario
Las personas con discapacidad notifican con una frecuencia dos veces mayor que el personal sanitario carece de las aptitudes para atender sus necesidades; con una frecuencia cuatro veces mayor, que son mal tratadas por dicho personal; y con una frecuencia tres veces mayor, que se les niega la asistencia.
Inclusión de la discapacidad en el sector de la salud
Con mucha frecuencia, la discapacidad no se percibe como una cuestión de salud pública. En consecuencia, no se adoptan medidas para incluir la discapacidad en el sector de la salud, al que con frecuencia no se presta la debida atención en las estrategias y planes de acción nacionales sobre discapacidad para aplicar la CRPD y hacer seguimiento de los progresos conexos. Por tanto, la inclusión de la discapacidad en el sector de la salud sigue siendo deficiente en los programas de salud de los países.
Es necesario que los ministerios de salud se comprometan a la inclusión de la discapacidad. Ello conlleva la adopción de medidas con el fin de lograr la equidad para las personas con discapacidad en tres ámbitos:
- acceso a servicios de salud eficientes;
- protección durante las emergencias sanitarias; y
- acceso a intervenciones transversales de salud pública, como los servicios de agua saneamiento e higiene, con el fin de lograr el grado máximo de salud posible.
Los gobiernos pueden mejorar la salud de las personas con discapacidad si mejoran el acceso a servicios de asistencia sanitaria de buena calidad, asequibles y que utilicen de manera óptima los recursos. Habida cuenta de que varios factores entorpecen el acceso a dicha asistencia, hacen falta reformas en todos los componentes del sistema de asistencia sanitaria que interactúan.
Políticas y legislación
Evaluar las políticas vigentes y los servicios actuales, determinar las prioridades para reducir las desigualdades sanitarias y garantizar la inclusión de la discapacidad en el sector de la salud. Realizar cambios para cumplir con la CRPD. Establecer normas de asistencia en relación con las personas con discapacidad, acompañadas de mecanismos para velar por su cumplimiento.
Financiación
En los lugares donde la financiación de la asistencia sanitaria depende principalmente de los seguros privados, procurar que las personas con discapacidad reciban cobertura y que las primas sean asequibles. Procurar que las personas con discapacidad se beneficien de los programas de salud pública en pie de igualdad. Aplicar incentivos económicos para estimular a los proveedores de asistencia sanitaria a hacer accesibles los servicios y proporcionar exámenes, tratamientos y seguimiento integrales. Considerar opciones para reducir o eliminar los pagos directos por parte de las personas con discapacidad que no tienen otros medios de costearse los servicios de asistencia sanitaria.
Prestación de servicios
Garantizar acceso a servicios sanitarios eficaces de promoción, prevención, tratamiento, rehabilitación y cuidados paliativos. Realizar una amplia variedad de modificaciones ambientales y adaptaciones (ajustes razonables) para facilitar el acceso a los servicios de asistencia sanitaria. Por ejemplo, cambiar la configuración de los dispensarios para que las personas con dificultades de movilidad puedan tener acceso. Garantizar la accesibilidad de toda la información sobre salud pública. Potenciar la autonomía de las personas con discapacidad para que mejoren su salud proporcionándoles información, capacitación y apoyo de otras personas en la misma situación. Promover la rehabilitación de ámbito comunitario para facilitar el acceso de las personas con discapacidad a los servicios existentes. Reconocer a los grupos que necesitan modelos alternativos de prestación de servicios, por ejemplo, servicios focalizados o coordinación asistencial para mejorar el acceso a la asistencia sanitaria.
Recursos humanos
Velar por que los trabajadores de la salud cuenten con las competencias y aptitudes necesarias para abordar las necesidades individuales de las personas con discapacidad. Incorporar la enseñanza sobre la discapacidad en los programas de pregrado y de educación continua de todos los profesionales de la salud. Capacitar a los agentes comunitarios para que puedan participar en la prestación de servicios preventivos. Proporcionar directrices con fundamento científico para la evaluación y el tratamiento.
Datos e investigaciones sobre discapacidad
Garantizar el desglose de datos por discapacidad. Incluir a las personas con discapacidad en la vigilancia de la asistencia sanitaria. Realizar más investigaciones en torno a las necesidades, las barreras y los resultados sanitarios de las personas con discapacidad.
Respuesta de la OMS
Con el fin de mejorar el acceso de las personas con discapacidad a los servicios de salud, la OMS:
- orienta y apoya a los Estados Miembros para que den a conocer mejor los problemas de la discapacidad, y promueve la inclusión de esta como un componente de las políticas y programas nacionales de salud;
- facilita la recopilación y divulgación de datos e información acerca de la discapacidad;
- elabora instrumentos normativos, en particular directrices para fortalecer la asistencia sanitaria;
- genera capacidad entre los responsables de formular políticas y los prestadores de servicios;
- fomenta la ampliación de la rehabilitación de ámbito comunitario;
- promueve estrategias para velar por que las personas con discapacidad estén informadas sobre sus propios problemas de salud y por que el personal sanitario apoye a las personas con discapacidad y proteja sus derechos y dignidad.
Estrategia de las Naciones Unidas para la Inclusión de la Discapacidad
En junio de 2019, el Secretario General de las Naciones Unidas presentó la Estrategia de las Naciones Unidad para la Inclusión de la Discapacidad (UNDIS) con el fin de promover «un progreso sostenible y transformador hacia la inclusión de la discapacidad en todos los pilares de la labor de las Naciones Unidas». En esta estrategia se requiere que todos los organismos de las Naciones Unidas velen por que la inclusión de la discapacidad se incorpore de forma coherente y sistemática en todos los aspectos de la labor.
La OMS acoge la Estrategia y está en proceso de preparar una política y plan de acción integrales sobre la discapacidad. A través de ellos, la OMS se compromete a ser una organización inclusiva de personas con discapacidad en toda su diversidad. Además, busca integrar sistemáticamente la discapacidad en todas las áreas programáticas, especialmente en el ámbito de los países.