Un accidente le dejó en una silla de ruedas hace 19 años pero su fuerte mentalidad le impidió que esto afectara a su vida. Berny Bluman, es un conocido conferencista colombiano, el cual se dedica a exponer su historia e intentar influenciar en la forma que tiene la gente de ver a la discapacidad.
Después del accidente, que le generó una lesión medular, Berny entendió que su vida había cambiado para siempre. Pero lejos de sentarse a llorar, eligió el camino opuesto: «Uno tiene que escoger, y enfrentar ese cambio como una diferencia, no como una tragedia. Cuando uno entiende eso, empieza a encontrar las herramientas, a encontrar los métodos para llevar la vida… pero necesita de un entorno que le permita hacerlo», explica a los compañeros de Vivir en el Poblado.
Desde el incidente, Berny Bluman, junto con su empresa Colombia Accesible, ha dedicado su vida a ayudar a entidades y personas que pretenden cambiar el chip. “La discapacidad no es incapacidad; discapacidad es una forma diferente de hacer las cosas, con unas herramientas necesarias, con un entorno adecuado», recalca.
Su principal pasión no es más que trabajar para poder mejorar la accesibilidad de los espacios públicos, conseguir la inclusión laboral y conseguir transformar a mejor la cultura sobre la discapacidad. Por ello, su principal objetivo es luchar por una sociedad que reconozca y respete la diferencia.
“Ser incluyente y ser accesible no es un trabajo que se hace para las personas con discapacidad; es un trabajo que se hace para la sociedad. No nos beneficiamos solamente nosotros, nos beneficiamos todos”, destaca Berny Bluman.
«Yo no estoy en silla de ruedas, yo uso mi silla de ruedas»
Berny Bluman se dedica principalmente ha realizar conferencias por todo el país para acercar la inclusión a todos los públicos posibles. En este sentido, todos los asistentes se quedan muy impresionados cuando asisten por primera vez a un encuentro con Berny, ya que no se trata de una sesión de power point y un conferencista en el atril. En un salón de sillas en desorden, rampas, vendas en los ojos y audífonos, Berny crea lo que el llama un «taller vivencial».
Con esta idea, Berny pretende que los asistentes se sientan en las carnes de las personas con discapacidad, para que de estas maneras logren entender un poco mejor las situaciones que les tocan vivir diariamente a este colectivo.
El final de la charla, se centra en entender el poder que tienen las palabras para nombrar y representar a las personas con discapacidad: “Ni inválido, ni minusválido, ni paralítico, ni tullido, ni ‘quedó en silla de ruedas’… ni siquiera ‘está en silla de ruedas’, porque yo no estoy en silla de ruedas, yo uso mi silla de ruedas”.