La dieta mediterránea es un tipo de alimentación muy saludable que ayuda a mejorar el funcionamiento de nuestro organismo. De la misma manera, muchos estudios aseguran que es la mejor manera de cuidar nuestro sistema digestivo y prevenir la aparición de enfermedades. Por ello, es importante poner el foco en ella para concienciar a la población de las ventajas que puede suponer implantarla en nuestro día a día.
La nutricionista del Instituto Valenciano Digestivo (IVADI) en La Salud, la doctora Lucía Redondo, afirma que una manera de intentar prevenir las enfermedades inflamatorias intestinales es fortaleciendo nuestra microbiota intestinal. Incluyendo en nuestra vida diaria una dieta saludable como la dieta mediterránea.
Para ello, recomienda «prescindir de los alimentos ultraprocesados. E incorporar a nuestra dieta alimentos fermentados como el Kefir, el chucrut o la kombucha. Además, también defiende el incrementar la ingesta de antioxidantes presentes en los frutos rojos, las especias o el cacao 100% puro y dejar descansar nuestro aparato digestivo durante 12 horas cada día».
Hay que evitar el consumo de alimentos que aumentan la producción de gases
Además, hay ciertos alimentos que pueden provocarnos inflamación intestinal como consecuencia de una intolerancia. Por ejemplo, los productos azufrados que se encuentran en carnes rojas, huevos, lácteos y algunas hortalizas.
También puede aparecer una intolerancia a compuestos fermentables, los llamados FODMAPS. Se trata de un grupo de carbohidratos de cadena corta y polioles que son fermentados por las bacterias que habitan en nuestros intestinos. Motivo por el cual pueden causar síntomas en algunas personas como pueden ser gases, hinchazón y dolor abdominal, diarrea o estreñimiento.
La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es un conjunto de patologías que generan una inflamación crónica principalmente intestinal y que a día de hoy no tienen un tratamiento curativo.
Según la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) se estima que una de cada 450 personas en España sufre una enfermedad inflamatoria intestinal. El 58% de estos pacientes presenta colitis ulcerosa, mientras que un 42% padece la enfermedad de Crohn.
El doctor Xavier Cortés, afirma que el estilo de vida, la contaminación, el tabaco, el evitar la dieta mediterránea y la protección de los bebés con una higiene extrema durante los tres primeros años de vida, está provocando «que el sistema de defensas se esté volviendo tontorrón. Al dejarlo inactivo y no ponerlo en contacto con bacterias a edades tempranas, está madurando de una forma anormal durante la infancia y en la edad adulta llega a atacar a nuestro propio cuerpo».
¿Cuáles son los síntomas y los tratamientos para este tipo de enfermedades?
Los síntomas de estas enfermedades son muy limitantes y a veces se llega tarde al diagnóstico porque hay muchos pacientes asintomáticos. En términos generales, los síntomas de una colitis ulcerosa (una inflamación del colon) son diarrea con sangre, diarrea crónica con urgencia y con una sensación de no haber terminado cada vez que se va al baño.
En el caso de la Enfermedad de Crohn, el diagnóstico es más complejo porque solamente presenta síntomas como dolor abdominal, pérdida de peso o diarrea el 25% de los pacientes. Precisamente esta enfermedad supone en España unos costes directos e indirectos que superan los 1.000 millones de euros anuales, según un estudio de 2014 de la consultora EY. Un 46,5% de los gastos corresponde a las ausencias e incapacidades laborales.
A pesar de no tener cura definitiva, existen formas de evitar tener predisposición a sufrir este tipo de patologías. Como por ejemplo llevar una dieta saludable y comer alimentos pertenecientes a la dieta mediterránea. Como vegetales, frutas, aceite de oliva, carne fresca y pescado.
Además, hay múltiples tratamientos muy efectivos para las EII. «El objetivo último es que las personas que sufren estas enfermedades puedan llevar una vida completamente normal y hacer la misma vida que hacías antes de su diagnóstico», explica Cortes.