Cada 19 de octubre se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer de Mama, una enfermedad en la que la prevención es clave. Debemos de tener en cuenta que el cáncer de mama es el tumor maligno que se origina en el tejido de la glándula mamaria. Cuando las células tumorales proceden del tejido glandular de la mama y tienen capacidad de invadir los tejidos sanos de alrededor y de alcanzar órganos alejados e implantarse en ellos, hablamos de cáncer de mama.
En España se diagnosticaron alrededor de 35.312 nuevos cánceres de mama en el año 2023, según las estimaciones del Observatorio del Cáncer de la Asociación Española Contra el Cáncer, lo que representa casi el 30% de los cánceres diagnosticados en mujeres. Los expertos aseguran que el cáncer más frecuente y el que mayor número de muertes causa en la población femenina en España. Pero hay que destacar que, gracias a los programas de cribado poblacionales, se está consiguiendo el diagnóstico en fase precoz de muchos de estos tumores, lo que permite tratamientos habitualmente más eficaces.
Tipos de Cáncer de Mama
Cuando hablamos de los diferentes tipos de cáncer de mama que existen, debemos de diferenciar entre el carcinoma in situ y el carcinoma invasivo o infiltrante. El primero de ellos es la proliferación celular maligna que ocurre en el interior del conducto mamario, sin traspasar la pared del mismo, es decir sin invasión o infiltración del tejido que lo rodea. Puede ser:
- Carcinoma ductal in situ: Carcinoma intraductal si es dentro de un ducto.
- Carcinoma lobulillar in situ: Si es dentro de un lobulillo. Hace años, el carcinoma lobulillar in situ se consideraba una lesión premaligna, sin embargo, en la actualidad se entiende como un marcador que identifica a mujeres con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama invasivo. El término más adecuado es el de neoplasia lobular.
Por su parte, el carcinoma invasivo o infiltrante es la proliferación celular maligna que traspasa la frontera natural anatómica del ducto o el lobulillo, invadiendo el tejido circundante. Fundamentalmente existen dos tipos de cáncer de mama invasivo:
- Carcinomas ductales: Se originan en las células que revisten los conductos galactóforos (conductos por donde circula la leche hacia el pezón). Es el tipo más frecuente, representando el 80% de los cánceres infiltrantes de mama.
- Carcinomas lobulillares: Se originan en las células de los lobulillos mamarios, donde se produce la leche. Su incidencia es mucho menor, del 10%.
Detectar y prevenir
Los expertos aseguran que el cáncer de mama no avisa, pero podemos adelantarnos, por ello es tan importante la prevención en estos casos. Una de los opciones a la hora de prevenir es realizar una mamografía, que es la técnica utilizada más eficaz para detectar anomalías hasta 2 años antes de que sean palpables. Esta es una prueba periódica que cubre la Seguridad Social.
Aunque no está de más, desde la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) no recomienda como único método de detección la realización de autoexploraciones, sino que también informa que acudir a tu médico regularmente o si notas alguna anomalía en las mamas. Además, es recomendable llevar hábitos de vida saludables, comer sano, realizar ejercicio físico y acudir a revisiones periódicas.
Síntomas
En fases precoces de la enfermedad, los síntomas del cáncer de mama no suelen aparecer. Cuando se diagnostica en estadios iniciales es porque la mujer participa en programas de cribado o porque se ha realizado una mamografía de control, como seguimiento de otro problema distinto en la mama.
A continuación te vamos a mostrar cuales son los síntomas más frecuentes por los que la mujer acude al médico:
- Cambio de tamaño de alguna de las mamas.
- Irregularidades en el contorno.
- Menor movilidad de una de las mamas al levantar los brazos.
- Alteración en la piel de la mama como: úlceras, cambios de color y aparición de lo que se denomina piel de naranja (por su aspecto similar a la piel de dicha fruta).
- Cambios en el pezón, como puede ser la retracción del mismo (hundimiento).
- Aparición de un nódulo en la axila.
- Existen otros síntomas como son el cansancio o el dolor óseo localizado, que pueden aparecer en las fases más avanzadas de la enfermedad.
- Dolor en la mama a la palpación.
Si aprecias cualquiera de los síntomas mencionados, debes acudir a tu médico para que te realice las pruebas necesarias y pueda, cuanto antes, hacer un diagnóstico.