Investigadores de tres universidades de Brasil han descubierto la presencia de decenas de microorganismos preservados de dinosaurio con más de 80 millones de años dentro del hueso y se pudo determinar que pertenecían a algún tipo de parásito sanguíneo.
Este es el primer descubrimiento de este tipo en la investigación paleontológica. En el pasado, solo se encontraron parásitos fósiles relacionados con insectos conservados en ámbar o humus (heces fósiles). Además, una tomografía computarizada mostró que la muestra tenía osteomielitis aguda.
Este descubrimiento ha sido publicado en la revista Cretaceous Research por un acuerdo entre investigadores brasileños de la Universidad Estatal de Campinas (Unicamp), la Universidad Federal de São Carlos (UFSCar) y la Universidad Federal de Río Grande del Norte (UFRN).
«Observamos la presencia de cuerpos fusiformes dentro de los canales vasculares que no correspondían a ninguna estructura ósea y que, por su forma constante, podían caracterizarse mejor con microorganismos fosilizados junto con el hueso», explicó la profesora de la Unicamp, Fresia Ricardi Branco.
La creación gráfica del paleoartista brasileño Hugo Cafasso ejemplifica muy bien la interpretación de Ricardi. El análisis geoquímico muestra que estos organismos se fosilizan a través de un proceso llamado fosfatación, que ocurre rápidamente para que los microorganismos puedan ser retenidos en los canales de los vasos sanguíneos del huésped antes de que se degraden.
Tito Aureliano y Aline Ghilardi, paleontólogos de la UFRN, explican en el siguiente vídeo a detalle cómo se identificaron la osteomielitis aguda y los parásitos sanguíneos.