Lío con el Instituto de Mayores y Servicios Sociales, conocido popularmente como IMSERSO. Y es que el Tribunal de Cuentas ha observado «deficiencias significativas» en el «control interno» que realizó el IMSERSO en la gestión de unas subvenciones para la atención de las personas mayores en 2020. La partida presupuestaria anual para esa medida era de 2,3 millones de euros.
En este sentido, el Tribunal de Cuentas ha realizado un Informe de fiscalización de las subvenciones de régimen general concedidas por el IMSERSO en el área de atención a mayores, correspondiente al ejercicio 2020. En dicho estudio señalan que «el control interno que realiza el IMSERSO a lo largo de todo el procedimiento de concesión, gestión y justificación de las ayudas adolece de deficiencias significativas, originadas en gran medida por la falta de recursos destinados a la gestión de la subvención».
Desde el Tribunal de Cuentas informan que con fiscalización se refiere a las subvenciones de régimen general concedidas a entidades no gubernamentales sin ánimo de lucro, de implantación estatal y dirigidas, exclusivamente, al área de atención a mayores.
El informe sobre el IMSERSO también recoge que en total han sido 32 las entidades beneficiaras. Del total, 19 lo han sido, al menos, los últimos años, y 27 en los últimos 14 años. Cifras cuanto menos llamativas. A esto hay que sumarle que el importe del crédito presupuestario asignado anualmente a esta partida se sitúa en torno a 2,3 millones de euros, según precisa.
Las bases reguladoras de esta subvenciones del IMSERSO no se revisan desde 2007
El trabajo realizado por el Tribunal de Cuentas pone de manifiesto que las bases reguladoras de las subvenciones del IMSERSO fueron originariamente concebidas para dos líneas de trabajo. Por un lado, atender programas específicos de apoyo a mayores que hoy ya no existen. Entre ellos encontramos programas de:
- Atención
- Promoción e integración de personas mayores
- Integración y animación social de las personas mayores en el ámbito rural
Por otro lado, para una línea de subvención general a gastos de funcionamiento de las entidades beneficiarias que es la única que pervive.
El Tribunal de Cuentas advierte de que, desde el año 2007, esas bases reguladoras no han sido revisadas. Todo ello a pesar de que hay líneas de actuación que ya no se subvencionan,. Por lo tanto, se genera un «desajuste». Esta situación, según precisa, «ocasiona inconsistencias tanto en los datos que se solicitan como en su valoración con respecto a la finalidad que persigue la subvención».
Por ello, recomienda al Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 que estudie si esta línea de subvenciones responde al objetivo estratégico del Plan estratégico de subvenciones 2021-2023. Además, pide al IMSERSO que realice varias acciones, como:
- Modificar las convocatorias
- Dictar instrucciones detalladas
- Elaborar un Manual interno de procedimiento
- Ampliar la dotación de personal y las herramientas informáticas
Todas estas medidas, como señalan desde el Tribunal de Cuentas, es con vistas a la mejora de la gestión de la subvención.