Normalmente, cuando reparamos en mirar la garantía de nuestro teléfono móvil es cuando ya se ha estropeado. Esto hace que en ocasiones, no seamos conscientes del problema que puede suponer no conocer esta información de antemano. De hecho, es importante conocer estos datos antes de comprar un dispositivo, pues puede ser definitivo para decidirnos por una marca u otra, e incluso por decidir dónde comprarlo.
Pero si has llegado hasta aquí porque ya tienes un problema con tu teléfono móvil. En este artículo, vamos a tratar de ayudarte para que puedas gestionarlo de la mejor manera. En primer lugar, hay que tener en cuenta que la garantía de cualquier producto nuevo comprado en un país de la Unión Europea y a una compañía con CIF europeo, es de dos años.
EL matiz del CIF es importante porque de no ser así, la ley europea no te respaldará en caso de problemas. Esto quiere decir que si compras un teléfono móvil en una tienda china sin CIF europeo, aunque esta se encuentre en Europa, no tendrás derecho a garantía al menos que esa empresa tenga su propia política en esta materia.
Esto es lo que debes tener en cuenta sobre la garantía de tu teléfono móvil
El tema de la garantía de tu teléfono móvil y lo que puedas reclamar con la misma, depende de dos factores fundamentales: Si es un defecto de fábrica o si es causa de un mal uso. En el primer caso, si el dispositivo tiene un defecto de fábrica, tienes derecho a la reparación del mismo. Así mismo, si este no tiene arreglo, la empresa deberá darte otro nuevo o devolverte el dinero.
Ahora bien, ¿Qué se considera defecto de fábrica y qué se entiende por un mal uso? En esta cuestión se encuentra la respuesta sobre qué puede cubrirte o no la garantía de tu teléfono móvil. En el primero de los casos, se entiende que es cualquier problema que el móvil pueda dar sin que haya habido una mala intervención o modificación, por parte del propietario.
Pero, ¿Cómo pueden decidir que el fallo se debe a un mal uso del dispositivo? Hay casos en los que las empresas de telefonía móvil tienen claro que la garantía no te cubrirá el problema. Un ejemplo de ello es que el teléfono se moje. Aun si el teléfono es sumergible, si a causa de meterlo en agua deja de funcionar, pierdes el derecho a que te den otro nuevo.
Por otro lado, cualquier problema derivado de un golpe al dispositivo o una caída, tampoco estará cubierto por la garantía. Pues en este caso, está claro que la culpa es del propietario. No obstante, para determinar la causa del problema del teléfono móvil, las empresas cuentan con la ayuda de técnicos que decidirán en última instancia, si la garantía te cubre el problema o no.
Por tanto, para no tener problema con la garantía de tu teléfono móvil, debes tener en cuenta:
- Que la empresa donde los compres esté respaldada por la legislación europea.
- Informarte sobre las normas específicas de la empresa en esta materia.
- Reclamar en cuanto te des cuenta que algo va mal, pues la ley europea dice que tienes dos meses para apelar a la garantía.